efugiados, migrantes, desplazados, inmigrantes ilegales (bit.ly/2z8ca1P), “ sin papeles”, aliens? ¿Cómo llamar las masas de centroamericanos, mexicanos y gente de otras nacionalidades desesperados para cruzar el río Bravo/Amarillo? Que tal simplemente seres humanos
. Si bien Hannah Arendt en su clásico ensayo sobre el tema ( We refugees, 1944) al final prefería la palabra migrante
–su condición de por sí era muy particular− al final estas masas −el proletariado nómada
(A. Badiou dixit)− sí están buscando refugio: de las guerras, de la violencia del narco coludido con el Estado, de la violencia estructural de un sistema económico altamente desregulado arriba
y –dialécticamente− sobrerregulado abajo
que busca apretarles la tuerca.
2. Sintomático que Trump en su recrudecimiento de las políticas migratorias –la crueldad es el objetivo
(bit.ly/2yckRqV): más muertes en la frontera, más campos de concentración para los migrantes/refugiados− emplee las herramientas sistémicas
para imponer sus objetivos. La buena conducta
de México fue impuesta con un chantaje respecto a los aranceles; la de Guatemala con lo mismo respecto a un impuesto extra a las remesas (bit.ly/2ZfJdjk).
3. Anthony Loewenstein en Disaster Capitalism: making a killing out of catastrophe (Verso 2015) estudiando las consecuencias de las dos interconectadas crisis −financiera y migratoria− disecciona los mecanismos del capitalismo del desastre
(N. Klein dixit) demostrando cómo las masas de los más desfavorecidos se vuelven hoy la más preciada mercancía en el mundo
. Emerge la imagen de un sistema que “incapaz de sostenerse ‘vendiendo sueños’, se alimenta de las pesadillas” (bit.ly/2NjEZAM), extrayendo las ganancias del “manejo de catástrofes, las guerras y en el encarcelamiento o procesamiento
de los refugiados/migrantes en busca de asilo. Mediante los interconectados circuitos de la gran minería y la seguridad privada militarizada −una vez expulsada la población recluida luego en centros de detención a miles de kilómetros de su origen el blanco son sus recursos− se lucra de la miseria de otros (bit.ly/33IvBwd).
4. La violenta guerra en contra de migrantes/refugiados −a lo largo del mundo hay más de 2 mil campos de concentración para ellos y más de 70 muros fronterizos− es una gran oportunidad de negocios (véase: Loewenstein). En Estados Unidos toda una serie de incentivos para compañías privadas que manejan centros de detención o están encargadas de control y vigilancia, no sólo corren por los robustos circuitos oficiales
del megasistema carcelario estadunidense (bit.ly/2XCNo8U), sino también alimentan el negocio multimillonario de grupos delictivos encargados del tráfico de personas.
5. Si ayer en la era del capitalismo sólido
(Z. Bauman dixit) los campos a menudo se establecían en antiguas fábricas –Dachau, el primer campo de concentración nazi fue localizado en una antigua fábrica de municiones− hoy en la era líquida
del capitalismo tardío, donde el consumo es la gran palanca de acumulación, este papel retoman centros comerciales (bit.ly/2NlY1Xi): en Brownswille, Texas un ex Walmart fue acondicionado
como campo para menores migrantes (así no extraña tampoco que recientemente un supremacista blanco escogiese otro Walmart –en El Paso, Texas− como un lugar de martirio
para los mexicanos que invaden a su país
).
6. La edificación de un sistema global de fronteras
para controlar, vigilar, arrestar y detener a las masas desposeídas que están en movimiento a lo largo del planeta –un sistema en que Estados Unidos es el centro
(véase: Todd Miller, Empire of borders. The expansión of US border around the world, Verso 2019)− viene de la necesidad de proteger a los de arriba
: la rica y privilegiada élite trasnacional. Los robber barons neoliberales para los que no existen fronteras y cuyos intereses −el extractivismo, etcétera− desplazaron a muchos en contra de los que hoy se edifican muros y para los que hoy se erigen campos.
7. Estados Unidos es hoy el centro de la guerra contra los migrantes
, y a la vez el centro de la resistencia, pero –como bien apunta William I. Robinson− ésta debe ir más allá de la indignación moral
y tomar en cuenta las fuerzas estructurales detrás del problema: a) dada la crisis capitalista y la movilización fascista que la acompaña la defensa de los migrantes y refugiados es crucial en la lucha contra el fascismo del siglo XXI
; b) dado que la división entre ciudadanos
e inmigrantes
−racialización, militarización de fronteras, etcétera− es el nuevo eje de la desigualdad y la super-explotación, la defensa de los migrantes y refugiados es crucial para la lucha de la clase trabajadora en su conjunto
; c) dado que los migrantes/refugiados son productos de la falla del capitalismo global, ponerlos en el centro expone raíces de la crisis en curso; d) defender los migrantes y refugiados es defender los intereses de la mayoría de la humanidad
; e) dado que acumulación militarizada o por represión
es hoy la principal herramienta del sistema para salir de la crisis de sobre acumulación y que la guerra securocrática
es una importante fuente de ganancias (centros de detención, vallas, diferentes servicios, etcétera) la defensa de los migrantes y refugiados es crucial en la lucha contra la perversa economía política global
(bit.ly/2MtNHwr).
* Periodista polaco