Mientras el ex árbitro Marco Antonio Rodríguez tiene una oportunidad para dirigir en la tercera división de España, en México cada vez son menos los equipos que dan empleo a técnicos del país, pues actualmente sólo siete de los 19 entrenadores de la Liga Mx son nacionales.

Luego de cinco fechas disputadas en el torneo Apertura 2019, Puebla y Morelia decidieron a principios de esta semana despedir a sus técnicos, el mexicano José Sánchez Solá y el argentino Javier Torrente.

El cuadro de La Franja aún no determina quién tomará las riendas del equipo; sin embargo, Monarcas contrató al argentino Pablo Guede, quien nunca ha dirigido en ninguna división de la liga mexicana y cuyo trabajo más reciente fue en el banquillo del Al-Ahli de Arabia Saudita.

A veces el futbol mexicano es injusto con los entrenadores nacionales, les regala oportunidades a los extranjeros y a los de casa los margina. Hay gente que con poco mérito llega a dirigir en la máxima categoría y no pasa nada con ellos, se marchan sin que uno se entere que dejaron algo bueno, señaló Alfonso Sosa, técnico del Atlético San Luis y quien ha desarrollado la mayor parte de su carrera como estratega en la Liga de Ascenso.

Para el técnico Sergio Bueno, quien actualmente se encuentra sin equipo, esta situación resulta inconcebible, toda vez que existe una amplia baraja de técnicos mexicanos, tanto jóvenes como experimentados, que pueden hacer un mejor papel que alguien que viene del exterior.

En la nueva camada de entrenadores mexicanos se encuentran Juan Francisco Palencia, Rafael Puente Jr. y Michel Leaño, quienes ya tuvieron la oportunidad de dirigir en el máximo circuito pero fueron cesados en poco tiempo.

Hay otros ex jugadores nacionales que estudiaron para ser directores técnicos pero que aún no reciben el voto de confianza de algún equipo de Primera División, como Marco Antonio Pikolín Palacios, Joel Huiqui, Joel Tiburón Sánchez, entre otros.

Raúl Potro Gutiérrez, campeón del mundo con la selección nacional Sub-17 en México 2011 y que obtuvo la medalla de oro con el Tri en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, tampoco ha podido conseguir una oportunidad en la máxima categoría del futbol nacional, pues sólo ha dirigido al Atlante en la Liga de Ascenso y su estadía fue muy corta. “Esto no se debe a la falta de preparación de los estrategas mexicanos, sino a la escasa confianza por parte de los directivos, quienes ante la necesidad de obtener buenos resultados en el menor tiempo posible contratan sin hacer un análisis exhaustivo y terminan eligiendo a la persona incorrecta.

Muchos directivos son malinchistas y se dejan convencer por los promotores para llevar a sus equipos a técnicos extranjeros que en muchas ocasiones no saben nada del futbol nacional, pero ya está más que comprobado que los foráneos no garantizan el éxito en ningún plantel, sostuvo Bueno.