A junio pasado, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) había puesto a disposición del Ministerio Público a 165 elementos, por estar presuntamente relacionados con casos de corrupción y abuso de autoridad, señaló el jefe de la policía capitalina, Jesús Orta Martínez, al adelantar que julio fue un mes donde se remitió a muchos policías.

El funcionario comentó que continuará con las sanciones y remisiones de elementos policiacos y con el conteo de los uniformados que incumplieron con la labor de protección al ciudadano.

Reveló que más de 300 policías han causado baja por diversas irregularidades de diciembre del año pasado a junio, al especificar que entre los casos de los días recientes y más sobresalientes se encuentra el de dos elementos que pretendían cobrar una mordida a un transportista para que su camión no se quedara en el corralón; sin embargo, prefirió no dar detalles.

A este caso se suma el de otros cuatro uniformados remitidos ante la autoridad ministerial porque se negaron a prestar un servicio de seguridad pública, con lo que insistió en que la semana pasada se remitió a muchos policías al Ministerio Público.

Entrevistado en el Museo de la Ciudad de México tras la ceremonia del Día del Bombero, expresó que el combate a la corrupción es una prioridad para la dependencia, por lo que estamos convencidos de que el policía que lleve a cabo actos de corrupción y abuso se aleja de su misión, que es proteger.

El jefe de la policía justificó el número de casos de agentes vinculados a abuso policial o corrupción, al asegurar que la diferencia es que ese tipo de conductas se está castigando. Insistió que si el número de bajas ha crecido es porque ahora sí hay consecuencias.

Defendió la estrategia de seguridad al afirmar que los índices delictivos van a la baja en las demarcaciones Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Cuauhtémoc y Benito Juárez, pero admitió que hay episodios de alto impacto que generan un tema de que la percepción sigue siendo de inseguridad.

Explicó que el proceso de empatar percepción con estadística es cada vez más complejo, porque en las redes sociales hay mucho tránsito de información que refleja noticias falsas que exageran o exacerban cuestiones de alto impacto que van apuntalando la percepción de inseguridad.