Viernes 23 de agosto de 2019, p. 29
Las prácticas deportivas que realizaban los Vaqueros de Xochimilco en el campo Cuemanco empezaron 10 años antes de suscribir el convenio para el uso del espacio con las entonces autoridades delegacionales. El club llegó en 1999 por la reubicación que se hizo debido a la construcción del puente sobre la glorieta Vaqueritos, nombre que le fue dado a dicho entronque vial justamente por el arraigo en la zona del futbol americano, recordaron directivos del club.
Los Vaqueros en todo momento han reconocido el adeudo de la renta que dejó de pagar la pasada directiva del club. Por ello, la nueva mesa directiva, que empezó en agosto de 2018, encabezada por Daniel Rocha, intentó acordar un sistema de pagos, sin éxito.
Rechazaron que el campo, propiedad del Gobierno de la Ciudad de México, tuviera un mal manejo, como ha señalado el alcalde, José Carlos Acosta Ruiz, quien hasta el momento les ha negado el derecho de audiencia. No obstante, expresaron, los servicios que tenían costo eran parte de los autogenerados, así como las cuotas que se cobran a los jugadores.
Rocha señaló que la alcaldía de Xochimilco no otorgaba ningún servicio para el mantenimiento del parque y era el club el encargado de dotar los servicios. En el terreno, aseguraron, tampoco se realizaron obras que no estuvieran permitidas.
El club Vaqueros de Xochimilco se ha administrado por medio de mesas directivas que tienen un periodo de gestión de dos años, y quien en 2009 actúo como representante para suscribir el convenio para la utilización del campo no es la misma persona que ahora dirige la mesa.
Sin embargo, cada que termina una gestión se protocoliza el acta con los nuevos representantes del club, por lo cual manifestaron que no son una supuesta asociación civil sin fines de lucro
, como se les ha tratado de identificar, porque están constituidos legalmente.
Ante las contradicciones en que ha incurrido el alcalde José Carlos Acosta sobre la deuda, manifestaron que la única notificación que recibieron de la alcaldía, fue por un monto de 260 mil pesos; no obstante, en la reunión que sostuvieron tras la presión que han ejercido, se les informó que el adeudo ascendía a 470 mil 746 pesos, que debían pagar de inmediato, sin que ello signifique el regreso de las instalaciones.