Las integrantes del Parlamento de Mujeres manifestaron su desacuerdo ante la petición de la Comisión de Igualdad del Congreso de la Ciudad de México de no ingresar pancartas y diamantina al recinto durante la clausura de los trabajos.

Las parlamentarias afirmaron que la solicitud, hecha vía correo electrónico por la Comisión de Igualdad que preside Paula Soto, causó molestia entre las mujeres, pues consideraron que las pancartas y diamantina son una forma de expresión para exigir justicia.

Ante esa situación, las invitadas fueron objeto de inspección por personal de resguardo para verificar que no ingresaran esos materiales y otros enseres al recinto.

La diputada Paula Soto justificó que esta revisión se realiza conforme al reglamento, pese a que el correo no lo establecía de esa manera.

Al respecto, Itzel Eguiluz, investigadora académica, dijo que el correo sorprendió a todas las parlamentarias, y comentó que lejos de generar un diálogo parecía un regaño a las mujeres.

Edith Álvarez, de la Red Mujeres con Valor, dijo que la actitud del Congreso es reprobable, pues el hecho de prohibir pancartas y diamantina es una forma de cooptar y coartar su derecho a expresarse.

No venimos a destruir nada, venimos a hacer un trabajo, sostuvo.

Natalie de Rosas, de la agrupación Juventudes AC, aseguró que no es la primera vez que la Comisión de Igualdad les pide no llevar objetos de protesta, pues en una ocasión anterior había solicitado el retiro de pañuelos verdes que identifican al movimiento feminista.

A mí me incomoda porque hemos respetado el lugar como para que nos estén pidiendo que tengamos esos cuidados.

Durante la clausura del Parlamento de Mujeres, a nombre de todas las participantes, Gloria Virginia Davenpor exigió a las autoridades calles seguras donde las mujeres puedan caminar sin miedo, transporte público y privado seguro, espacios públicos para pasear con libertad de día y de noche, medios de expresión eficaces para hacer escuchar sus voces, detener la insensibilidad de las autoridades encargadas de impartir justicia y garantizar su protección.