Avance Presupuestal (junio 2019)
os ingresos presupuestados para el primer semestre fueron 2.691 billones de pesos y el ingreso real fue de 2.623 b, esto es, se captaron 68 mil millones menos, -2.5% abajo de lo esperado (Gráfico 1). Esto representa una ligera mejoría en la captación respecto al primer trimestre (en el que los ingresos reales fueron -5.0% inferiores a lo presupuestado) debido a: un menor desfase de los ingresos petroleros (-20.7% contra -32.4% en el primer trimestre), una captación no petrolera 1.8% superior a lo presupuestado, y mejores ingresos de lo esperado en el IMSS y el ISSSTE. La CFE ingresó -7.0% menos recursos de lo presupuestado, aunque mejorando el -11.0% del primer trimestre.
Con un gasto neto de 2.776 billones y un superávit de 33 mil 200 millones en las entidades públicas bajo control presupuestal indirecto, las finanzas públicas muestran en el primer semestre un superávit primario de 228 mil millones de pesos, 93 mil (68.4%) sobre lo presupuestado. Incluyendo el costo financiero de la deuda (-362 mil millones) y ajustes se tiene un Balance Público deficitario de -120 mil millones, casi la mitad de lo presupuestado.
El gasto ejercido en el semestre (2.776 b) fue -175 mil m (-5.9%) inferior al programado (Gráfico 2), debido tanto a la severa contracción del gasto operativo en el sector público como al rezago y tropiezos en el ejercicio y avance de varios programas y proyectos de inversión gubernamental.
Respecto al primer semestre de 2018, en éste el ingreso ha sido 0.6% superior en términos reales, el gasto -4.5% inferior, y el superávit primario 72.6% superior.
La inversión física gubernamental totalizó en el semestre 273 mil millones de pesos, cifra -17.3% inferior a la ejercida en el primer semestre de 2018 (Gráfico 3). De sus componentes, la inversión para la seguridad nacional aumentó 24.1%, la de desarrollo social bajó -2.4%, y la inversión para el desarrollo económico cayó -27.1%.
Consideramos que si ciertos proyectos de inversión no han podido avanzar al ritmo esperado y hay rezagos, bueno sería reasignar los recursos presupuestados a inversiones productivas de menor escala pero rápida ejecución para generar producción, empleo e ingreso que reactiven la economía, muevan al capital privado, y apuntalen la economía interna ante un entorno internacional que amenaza convertirse en ciclo recesivo. Bueno es tener un superávit primario, pero no supeditar a su mejoría el inaplazable incremento del gasto y la inversión productiva, eje sin el cual no habrá desarrollo económico, ni social, ni nacional.
La deuda pública, finalmente, registra en el semestre una relativa mejoría al pasar del 46.9% del PIB en diciembre al 44.9% en junio (Gráfico 4).
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