Jueves 15 de agosto de 2019, p. 29
Monterrey, NL., Los integrantes de cuatro comisariados ejidales ubicados en los municipios de Linares y China, Nuevo León, interpusieron una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República en contra de autoridades federales y estatales de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, así como contra Fernando Adame Doria, alcalde de Linares, por el proyecto de la presa Libertad, con el cual, aseguraron, se viola su derecho a un medio ambiente adecuado, así como a la preservación del equilibrio ecológico.
Los miembros de los ejidos San Jacinto, La Barreta, San Pedro de Los Escobedo y Santa Rosa solicitaron al Ministerio Público Federal que se cancele la presa y concluya la interrupción de la corriente de aguas nacionales
del río Cabezones o Potosí, que en Tamaulipas recibe los nombres de Conchos y San Fernando.
Este caudal, acusaron, se desvía desde marzo para irrigar Lampazos y Refugio, donde el delegado (de la Conagua en Linares, Mario Alberto Tovar) tiene parcelas, a la vez que abastece una presa en el rancho El Sotolar, que en una época fue de Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón
, gobernador de Nuevo León.
Ese desvío, señalaron los ejidatarios, provocó la desecación del río, no obstante que sus aguas son consideradas nacionales
.
Los agricultores plantearon en la querella que la presa Libertad, “desde la perspectiva ambiental y sin importar su tamaño y modos de operación, va a modificar en perjuicio del campesinado procesos biofísicos y el régimen natural del río Potosí, en detrimento directo e indirecto de ecosistemas colindantes y de la población ejidal.
Se alterará el caudal río abajo, pues al represar el río y crear una laguna se trastoca la hidrología del sistema pluvial, privando al río de los sedimentos aguas abajo, afectando áreas agrícolas y ganaderas
.
Lo más grave, señalaron los ejidatarios, es que la construcción de la presa va a provocar el desplazamiento involuntario de cientos de ejidatarios con sus familias, producto de la degradación ambiental, con la promesa de que serán compensados económicamente para integrarse a la ciudad
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Agregaron que el desvío de las aguas del río y la construcción de la presa constituyen una grave violación a los derechos comunitarios en términos del protocolo adicional a la Convención Americana sobre los Derechos Humanos en Materia de Prerrogativas Económicas, Sociales y Culturales, conocido también como Protocolo de San Salvador
.