Miércoles 14 de agosto de 2019, p. 18
La actual administración gubernamental tendrá que elegir entre déficits fiscales más grandes o mayor austeridad en el gasto, lo cual implicaría una política procíclica que podría ensombrecer más el panorama económico, consideró ayer la financiera internacional Moody’s.
Advirtió que el principal riesgo para el panorama fiscal de México proviene de las transferencias presupuestales a Petróleos Mexicanos, las cuales pueden ser mayores y más recurrentes a mediano plazo.
La firma señaló que el subejercicio en el gasto mitigó la caída de los ingresos gubernamentales, resultando en un déficit más bajo de lo proyectado para la primera mitad del año. Destacó que la caída de la producción petrolera y, en menor grado, la desaceleración de la economía mexicana impactaron en los ingresos.
En un reporte dado a conocer ayer por la tarde, la calificadora de valores sostuvo que una mejora en la ejecución del gasto, aunada a nuestra proyección de una desaceleración de los ingresos no petroleros, hará que el déficit fiscal termine más alto de lo presupuestado
.
A pesar de que el gobierno federal ha mencionado que utilizará alrededor de la mitad de los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios para alcanzar su meta anual de superávit primario de uno por ciento del producto interno bruto (PIB), sin el uso de éstos estimamos que el superávit primario será de 0.5 por ciento como proporción del PIB y el déficit fiscal de 2.4
.
Alcanzar metas utilizado recursos en efectivo que ya existen no resuelve el problema de fondo
, que es la caída de ingresos petroleros, apuntó. Además, también reduce el tamaño de los colchones financieros
diseñados para enfrentar desaceleraciones económicas cíclicas y responder a choques.
En la primera mitad del año los ingresos relacionados con el petróleo disminuyeron 12 por ciento en comparación con los de los seis meses iniciales de 2018, lo cual refleja una menor producción de crudo, que promedió 1.7 millones de barriles por día en enero-junio de 2019 en comparación con los 1.9 millones del mismo lapso del año anterior.
La producción petrolera fue inferior a lo estimado: 1.9 millones de barriles diarios, incorporado en el presupuesto de este año. Los ingresos relacionados con el crudo representan 14 por ciento de los recursos del gobierno federal.
Los no petroleros aumentaron 8.8 por ciento en enero-junio de 2019, pero el crecimiento mensual ha estado disminuyendo año tras año. En particular, los recibidos por impuesto al valor agregado (IVA), que se encuentran estrechamente relacionados con consumo y actividad económica, se expandieron 3.7 por ciento interanual en el primer semestre de 2019, pero tuvieron una ligera contracción en términos reales.
En junio, los ingresos por IVA disminuyeron 1.9 por ciento en términos nominales.
Esperamos que la desaceleración de los ingresos no petroleros persista, en la medida en que el crecimiento económico permanece lento durante la segunda mitad del año
, afirmó.