Mario Trejo, ex directivo de Pumas, de la Federación Mexicana de Futbol y de la comisión de selecciones, criticó la corriente que se ha ido fortaleciendo en el futbol mexicano: la de hacer inversiones fuertes, importar y repatriar jugadores que valen millones y millones de dólares; se habla de cantidades estratosféricas y, en contraste, se reducen los espacios a las jóvenes promesas.

Aunque criticó que el equipo de la UNAM ha decaído en la producción de talentos en fuerzas básicas, advirtió: Jamás me puede pasar por la mente que Pumas renuncie a su labor de club formador, la cual ha sido su sello. Por lo pronto, consideró que el plantel, dirigido por el español Miguel González Míchel, está rencontrándose con su estilo de garra, pese a los dos recientes reveses.

Insistió en que en la actualidad difícilmente se ve a jugadores que hayan surgido recientemente de las fuerzas básicas, “hay que escrutar bien, pero, obviamente, cuando traes gente que costó mucho dinero debes justificar esa inversión, sacarles jugo y es lógico que esos futbolistas estén en la alineación titular: entonces se empiezan a olvidar, a relegar a las futuras figuras. No debe ser así, hay que abrirles espacio.

Eso es muy grave, no va a pasar mucho tiempo cuando se empiece a reflejar ese mal proceder en la selección nacional. De hecho, sucedió en los Panamericanos, un bronce es decoroso, pero México era aspirante a lo máximo. Vienen los Juegos Olímpicos y a este paso será muy difícil volver a ganar el oro, como ocurrió en Londres, estableció.

Para el también odontólogo, Pumas hizo un buen esfuerzo por llegar al balance ideal a la hora de integrar su plantilla. “Han traído gente interesante, con mucha visión, como Jesús Ramírez y Míchel, quienes se están rencontrando y conociendo con los jugadores, no va a ser tan simple ni fácil. De repente caen en desorientación, pero los veo con mucho potencial.

Es cosa de que se haga buen manejo, la correcta inducción y, sobre todo, tener siempre el conocimiento de la institución educativa que representan, con una comunidad entregada, pero exigente. Están los ingredientes para aspirar a la fase final y pelear por el título, he visto a Pumas otra vez con esa dinámica, arrojo y garra de no darse por vencido nunca.