Lunes 12 de agosto de 2019, p. 17
La Yesca, Nay., Enclavada en lo alto de la sierra, en el municipio de La Yesca, colindante con Jalisco, la Universidad Intercultural, edificada hace ocho años, recibirá hoy a sus primeros alumnos como Universidad para el Bienestar Benito Juárez, compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Maximino González Salvador, actual encargado de la Oficina de Representación del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas en Nayarit, conoce bien la historia del plantel. Fue uno de los principales promotores de que hubiera una institución de educación superior en la comunidad indígena Guadalupe Ocotán, de alta marginación.
En entrevista, González Salvador, de origen indígena, recordó que en julio de 2011 el entonces gobernador priísta Ney González firmó la creación de la Universidad Intercultural, a la cual se destinaron 10 millones de pesos, pero sólo se invirtieron cinco, con el argumento de que era una primera etapa y al construir la segunda llegaría el dinero restante.
Sin embargo, no fue así, Ney González dejó el poder en septiembre de ese mismo año y el mandatario siguiente, el también priísta Roberto Sandoval, no la echó a andar. Los cinco edificios fueron saqueados y vandalizados; para ponerla en operación, los propios habitantes indígenas la rehabilitaron recientemente.
La preocupación de los indígenas wixáricas de la zona, una vez que supieron que la universidad ahora sí va a funcionar fue que, por no ser de carácter intercultural, sus conocimientos ancestrales no se impartirían, pero se otorgará a personas, aunque no sean universitarios y que conozcan la cultura marakames, tendrán un espacio dentro del horario, dentro de las actividades universitarias, para que puedan participar y enseñar el conocimiento ancestral que prevalece, dentro de la estructura y la cosmovisión que tenemos nosotros
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Se espera que también se ofrezcan clases de bordado de trajes tradicionales, elaboración de artesanías y también las parteras también podrán participar, si lo desean.
Abel González Carrillo, presidente de Bienes Comunales de Guadalupe Ocotán, indicó que esto significa un enorme avance en la comunidad indígena, porque muchos jóvenes, al no contar con recursos económicos debieron quedarse sin alcanzar una carrera universitaria y se dedicaron a la ganadería o a los aserraderos, además que contrajeron matrimonio a temprana edad, en comparación con aquellos que sí lograron continuar sus estudios.