Miércoles 7 de agosto de 2019, p. 31
El tono de piel, la forma de hablar, no saber español o el aspecto físico son formas que habitualmente en México influyen en que las personas sean discriminadas, tengan pocas posibilidades de acceder a la educación, a un trabajo e incluso acumular riqueza.
Así lo asienta el informe Por mi raza hablará la desigualdad, de Oxfam México, que se presentó ayer y que resalta que entre el grupo de la población más pobre, 30.3 por ciento de ellos son de piel oscura y 20.9 son morenos.
El reporte subraya que las personas pertenecientes a pueblos indígenas y afrodescendientes o con rasgos físicos que las hace vulnerables al racismo, no sólo son más propensas a experimentar maltrato y discriminación a lo largo de su vida, sino que parten ya de una posición de desventaja social por la acumulación histórica de carencias sociales.
Además, 25.7 por ciento de los mestizos o blancos han logrado ser empleadores, contra apenas 10.4 por ciento de los indígenas y 13.4 de las personas afrodescendientes o mulatas.
La investigación realizada por Patricio Solís, Braulio Güémez y Virginia Lorenzo advierte: muchos mexicanos poseemos simultáneamente rasgos lingüísticos, identitarios y físicos que nos exponen al racismo y a la discriminación
.
Agrega que ninguna persona que sólo hable una lengua indígena ha concluido la secundaria.
Las brechas son tan grandes que mientras 11.5 por ciento de los mexicanos que hablan español no completaron la educación primaria, entre quienes hablan lenguas indígenas el porcentaje crece a 43.
El grupo con mayores ventajas en términos educativos es el de los mestizos o blancos, ya que 25 por ciento de ellos lograron acceder a los estudios superiores, en contraste con 12.4 por ciento de los negros o mulatos y 8.5 por ciento de los indígenas.
En cuanto a la ocupación, 18.8 por ciento de los mestizos o blancos se dedican a las ocupaciones manuales de menor calificación, cifra que se incrementa a 40.5 y 31.7 por ciento, respectivamente, entre indígenas y afrodescendientes.
En relación con la acumulación de la riqueza, revela el estudio, mientras más claro sea el tono de piel de las personas hay mayor posibilidad de tener una situación económica privilegiada.
Entre los afrodescendientes o mulatos se presenta 60 y 46 por ciento de menores posibilidades para mujeres y hombres, respectivamente, de acceder al quintil más alto de riqueza, en comparación con los de piel blanca. El porcentaje sube a 68 para mujeres y 74 para hombres con piel morena.
Para las personas hablantes de lengua indígena, las mujeres tienen 71 por ciento menos posibilidades que las blancas hablantes de español de acceder al nivel más alto de riqueza, y en los hombres esa oportunidad es 59 por ciento menor a la de los mestizos o blancos.
Aunado a ello, 72 por ciento de los hablantes de alguna lengua indígena ha experimentado racismo o discriminación, 51 por ciento de quienes se autodescriben como indígenas han vivido lo mismo y 37 por ciento de los mulatos o negros.