La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenaron los ataques armados y crímenes de odio perpetrados en varias ciudades de Estados Unidos el fin de semana y que han dejado 34 personas asesinadas, entre ellos ocho mexicanos, y más de 50 heridas.

“La CIDH observa con gran preocupación que los ataques masivos han ocurrido con frecuencia en los últimos meses, dejando a la población en estado de vulnerabilidad. En este sentido, la masacre ocurrida en El Paso es muy preocupante. Según información pública, el atacante habría escrito un ‘manifiesto’ dirigido contra la migración y la población hispana de Estados Unidos. Este hecho es deleznable. Se trataría de una acción dirigida contra una población debido a su origen, en medio de un debate sobre migración en Estados Unidos.”

En tanto, la ONU-DH, que encabeza Michelle Bachelet, expresó su condena inequívoca al racismo, la xenofobia y la intolerancia en todas sus formas, incluyendo la supremacía blanca. Hizo un llamado a todos los países, incluyido Estados Unidos, a adoptar pasos positivos para erradicar la discriminación. Desde Ginebra, Suiza, en una declaración del portavoz de Bachelet, Rupert Colville, la ONU-DH dio la bienvenida a la condena pública de Estados Unidos al racismo, el odio y la supremacía blanca.

En tanto, ante los actos de violencia provocados por la intolerancia, la xenofobia y la discriminación, la Iglesia católica hizo un llamado a ciudadanos y autoridades de ambos países a fomentar un discurso congruente de paz, igualdad, fraternidad y colaboración. La Conferencia del Episcopado Mexicano manifestó que, con tristeza, los obispos vemos que aumentan estos actos de violencia alentados por quienes crean divisiones.

Silvia Núñez García y Consuelo Márquez Padilla, académicas y ex directoras del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México, señalaron que el ataque directo es el principio de una tendencia, por lo cual se requiere un diálogo entre ambas naciones, exigir seguridad en consulados y la prevención de más actos de este tipo.