Hong Kong. El gobierno de China advirtió ayer a los manifestantes de Hong Kong que no deben subestimar su inmenso poder o serán castigados, en la exhortación más dura desde que comenzaron las protestas hace dos meses.

Debe quedar muy claro para el pequeño grupo de criminales violentos y sin escrúpulos: el que juega con fuego, muere quemado, afirmó en una rueda de prensa Yang Guang, portavoz de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao.

Luego de una jornada de caos en la ex colonia debido a una huelga general y perturbaciones en el transporte público, que acabó con 148 detenidos, Pekín endureció el tono con el fin de convencer a los manifestantes de quedarse en casa.

El protavoz Yang recordó el respaldo del gobierno chino a la jefa de gobierno Carrie Lam.

Pekín rechazó, por ahora, intervenir en Hong Kong; un comandante del ejército chino recordó la semana pasada que la ley los autoriza a actuar en el territorio semiautónomo para restablecer el orden, a petición de las autoridades locales.

La administración de Hong Kong –enclave devuelto a China por Gran Bretaña en 1997– negó los rumores de que efectivos del Ejército Popular de Liberación vistan uniformes de la policía para participar en la dispersión de las movilizaciones. Con anterioridad se había dicho que esa fuerza vigilaría varios edificios gubernamentales en la ciudad.

En tanto, por primera vez los manifestantes hablaron ayer ante la prensa para hacer contrapeso al monopolio del gobierno sobre el discurso político respecto de su inconformidad.

Con el rostro cubierto, un casco amarillo y una camiseta negra, indumentaria emblemática de las protestas, tres miembros del movimiento, que no cuenta con ningún líder por temor a represalias, condenaron la retórica vacía de las autoridades y los casos de abusos policiales.

En inglés y en cantonés, pidieron al gobierno que devuelva el poder al pueblo y responda a las peticiones de los ciudadanos de Hong Kong.

Las protestas comenzaron a principios de junio contra un proyecto de ley que autorizaba las extradiciones a China. La iniciativa fue suspendida, pero los manifestantes exigen su cancelación definitiva, así como la dimisión de Carrie Lam.

Ayer por la noche se reportaron nuevos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes que se concentraron afuera de una comisaría de policía, donde está detenido un estudiante.