El peso y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) tuvieron una caída superior a uno por ciento en la primera jornada de la semana, en línea con los mercados globales. Esto, por un reacomodo en las carteras de los inversionistas, quienes se volcaron a activos de menor riesgo ante el escalamiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.

El tipo de cambio interbancario cerró en 19.62 pesos por dólar, depreciación de 1.5 por ciento o 29 centavos para la moneda nacional frente a la estadunidense.

El peso fue la cuarta moneda a escala mundial que se depreció ante el dólar, sólo por debajo del real brasileño, el peso argentino y la rupia india.

El Índice de Precios y Cotizaciones de la BMV culminó en 39 mil 502.08 puntos, lo que representó una contracción de 1.19 por ciento o pérdida de 475.44 puntos respecto del cierre anterior. Es el rango de operaciones más bajo desde marzo de 2014.

Analistas del sector financiero explicaron que dichos resultados del mercado nacional son consecuencia de que los inversionistas internacionales percibieron una mayor preocupación por el incremento de la tensión en la relación comercial entre Estados Unidos y China.

La semana pasada el mandatario estadunidense, Donald Trump, anunció que impondría aranceles de 10 por ciento a todas las importaciones de China, valuadas en 300 mil millones de dólares, y que entrarían en vigor el primero de septiembre.

Juan Manuel Lozada, analista de mercados financieros de Citibanamex, expresó que los resultados del mercado local fueron porque el banco central de China dejó que el yuan –moneda de ese país– se depreciara para verse más favorecido en términos comerciales y porque el ministro de Comercio de esa nación pidió a las empresas no comprar productos agrícolas de Estados Unidos.

Los mercados se portaron así precisamente porque el Banco Popular de China tomó acciones en contra de los comentarios de Trump sobre los aranceles. Entonces, comenzó la sesión poniendo el tipo de cambio del yuan en un nivel muy bajo, el más reducido en ocho meses. El tipo de cambio chino lo controla el banco central, fija las bandas en que cotizará la moneda o la primera cotización. Entonces, desde ahí el mercado empezó a comprar muchas divisas chinas y terminó la sesión en niveles no vistos desde hace 10 años (siete yuanes por dólar), manifestó en entrevista.

Cuando eso ocurre, apuntó, inversionistas suelen sacar sus valores o flujos en los mercados de valores de economías emergentes, como México, y los concentran en activos más seguros, como dólares, francos suizos, libras esterlinas y oro.

James Salazar, subdirector de análisis de CIBanco, dijo que al tratarse Estados Unidos y China de las economías más grandes del mundo, las disputas provocan que las perspectivas de crecimiento sean menores a escala global, incluyendo a México. Por ende, se percibe mayor riesgo.

Cuando hay decisiones como la del banco central chino, se afecta a las economías emergentes. Por ejemplo, el peso es más inseguro. Entonces, provoca que pueda haber menos importaciones o más exportaciones, añadió.

Tras el cierre de los mercados, el gobierno de Estados Unidos acusó a China de ser un manipulador de divisas, lo cual provocó que el peso mexicano fluctuara hasta en 19.72 unidades.