Es falso que aumentó 88% la deforestación, reclama
Sábado 3 de agosto de 2019, p. 19
Brasilia. El director del Instituto de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, Ricardo Galvao, anunció ayer su destitución tras la polémica que mantuvo con el presidente neofascista Jair Bolsonaro por datos que muestran un fuerte avance de la deforestación en la Amazonia. Mis palabras sobre el presidente generaron molestia, entonces seré destituido
, declaró Galvao, quien acusó a Bolsonaro de cobardía
por cuestionar públicamente las cifras proporcionadas por el instituto. Galvao, físico de formación, informó que discutió el tema con el ministro de Ciencia y Tecnología, Marcos Ponte, y que está convencido de que el INPE, un organismo de reputación internacional, no se verá afectado por su sustitución.
El INPE publicó ayer nuevos datos que muestran un aumento de la deforestación en Brasil de 40 por ciento en los pasados 12 meses. Greenpeace denunció que las políticas puestas en marcha por el gobierno de Bolsonaro están destruyendo el Amazonas.
La polémica entre Galvao y Bolsonaro se inició el 19 de julio, cuando el mandatario, un escéptico del cambio climático y partidario de la apertura de áreas protegidas a actividades agrícolas, puso en duda datos del INPE que muestran un aumento de 88 por ciento de la deforestación de la selva amazónica en comparación con el mismo mes de 2018.
Al día siguiente, Galvao dijo que Bolsonaro hizo acusaciones indebidas contra personas del máximo nivel de la ciencia brasileña y comparó las sospechas del jefe de Estado con una broma de un chico de 14 años
.
Galvao, quien recibió un fuerte apoyo de la comunidad científica y de defensores del medio ambiente, volvió a la carga el 21, afirmó que el presidente mostró su cobardía expresándose así
y agregó: Quizás pensaba que iba a presentar mi dimisión, pero no lo haré
.
La tensión recrudeció anteayer cuando Bolsonaro junto con varios ministros afirmó que los datos del INPE no correspondne a la verdad
y dañan su fama y la de Brasil.
Privatizan Electrobras
En tanto, Bolsonaro, dio luz verde a la privatización de la compañía de energía eléctrica, Eletrobras, una de las joyas de la corona del Estado brasileño, en el contexto del plan de venta de activos para sanear las cuentas públicas, se informó ayer.
El ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, comunicó que Bolsonaro autorizó a que se profundicen estudios para que el proceso de desestatización de Eletrobras se dé mediante un aumento del capital social, suscripción pública de acciones o una eventual empresa resultante del proceso de restructuración
, señaló en un oficio enviado a la Comisión de Valores Mobiliarios de Brasil.
El comunicado explica que el proceso de privatización de la mayor generadora y distribuidora de electricidad de América Latina deberá recibir el aval del Congreso, sin dar más detalles.
El gobierno brasileño lleva cabo un ambicioso plan de privatizaciones y de recortes fiscales para sanear las cuentas públicas y recuperar la confianza de los inversores.
Esas medidas pretenden dar un impulso a una economía que después de dos años de recesión (2015-2016) creció apenas 1.1 por ciento tanto en 2017 y 2018, con 12.8 millones de desocupados. Para 2019, las expectativas no cesan de degradarse. Brasil cuenta con 134 empresas estatales, 88 de ellas consideradas filiales, informó el ministerio de Economía.