La autonomía permite y al mismo tiempo obliga a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a la total libertad de investigación y enseñanza sin restricciones ideológicas, políticas, religiosas o de otra índole, pero esta libertad conlleva también responsabilidades, sostuvo ayer el ex rector José Sarukhán Kermes.

En la segunda jornada del coloquio 90 años de la autonomía universitaria, celebrado en la máxima casa de estudios, el investigador galardonado con el prestigioso Premio Tyler, considerado el Nobel del medio ambiente, indicó que para definir su misión y cumplirla, las universidades deberán considerar el mundo social dinámico y cambiante en que se encuentran.

Autonomía es, explicó, la total libertad que una universidad tiene para explorar todos los rincones del pensamiento humano y transmitirlos a sus estudiantes, pero siempre con criterios de calidad académica.

Aseveró que, sin embargo, las universidades no han sabido preparar a sus estudiantes y su planta académica para la relación que deben tener con los gobernantes.

¿Es éste un asunto central para la universidad sola, para las universidades en conjunto, para la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, para la Academia de Ciencias? No lo sé, pero lo cierto es que no lo hemos hecho bien, expuso.

La sociedad y los gobernantes que tienen fijaciones mentales sobre cómo hacer las cosas, y tienen ya una visión de la realidad y no quieren que los confundan con los hechos, obviamente funcionan de otra manera, aseveró.

Agregó que las universidades tienen un papel como formadoras de una sociedad crítica, que vea por el futuro del país, y que esto debe materializarse en que las políticas públicas deban estar basadas en hechos, que a su vez partan de la buena investigación científica, sociológica o filosófica. A esto, dentro de la universidad, debemos poner gran atención, advirtió.

Antonio Lazcano, investigador emérito de la UNAM, alertó de que las ciencias y las humanidades enfrentan tiempos violentos en nuestro país, pero, sostuvo, aún estamos a tiempo de revertirlos. Aseguró que el desarrollo de la cultura requiere no sólo de una política económica que trascienda los vaivenes políticos, sino también de universidades autónomas con libertad intelectual y científica.

William Lee, coordinador de investigación científica de la UNAM, expresó que está convencido de que la autonomía permitirá a esta casa de estudios estar en condiciones de seguir contribuyendo a una sociedad y un país más justos, equitativos, que se conozcan mejor a sí mismos.

En una mesa previa del mismo coloquio, Imanol Ordorika, director general de evaluación institucional de la UNAM, lamentó que se pretenda insinuar de manera generalizada que las universidades autónomas son privilegiadas, corruptas e ineficientes, con la idea de que la autogestión es un elemento negativo.