ientras una de las noticias en Estados Unidos es que no se aprobará el Tratado de América del Norte por la falta de cumplimiento a los apartados relativos a las modificaciones laborales en México, en el Poder Judicial Federal se trabaja desde hace meses para lograr que los cambios constitucionales en materia laboral se cumplan en tiempo y forma.
La Unidad de Implementación para la reforma laboral, bajo la magnífica guía del magistrado Sergio Javier Molina Martínez, tiene meses trabajando con un grupo de capacitadores formado por jueces y magistrados federales. Varios se capacitaron, con sus propios recursos, en Chile. Este equipo se ha imbuido en las posibilidades legales del cambio laboral en México, desde antes de la reforma del 1o. de mayo, hasta su actual redacción.
Luego de reuniones de trabajo y estudio, se han planteado 3 etapas para llegar a la selección de los nuevos jueces y secretarios laborales federales. Con miles de participantes en toda la República, el grupo de capacitadores del Poder Judicial Federal, ahora también integrado con académicos y funcionarios especializados en la materia laboral (destaca el Consejero de la Judicatura del Estado de México y expresidente del Tribunal burocrático, Luis Gerardo de la Peña Gutiérrez), impartirán cursos en todos los estados del país para escoger a los alumnos de la segunda etapa. La primera consiste en establecer la importancia del cambio legal y su necesidad histórica. No se trata sólo de cambiar competencias legales (juzgados en lugar de juntas tripartitas de conciliación y arbitraje), ni de modificar los mecanismos sindicales para regresar el poder de decisión al trabajador, se busca que quienes encarnen el poder estatal en las nuevas audiencias laborales, con juez especializado presencial, estén conscientes de la importancia de su papel como muestra del cambio que el país necesita.
En contrapartida, algunos sindicatos han promovido amparos para evitar que la reforma laboral se concrete.
Una larga historia de desatención al trabajador explica de sobra el cambio constitucional, pero también habrá de atenderse la respuesta que los jueces federales den a los amparos promovidos por tales sindicatos.
La reforma laboral está en marcha. Confiamos que sea hacia un mejor futuro.