Cañadas de Obregón, Jal., El acto más irracional que yo podría registrar sería que este pueblo desapareciera, afirmó ayer el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Manuel Toledo Manzur, después de recorrer Temacapulín, comunidad amenazada por una eventual inundación si continúa la construcción de la presa El Zapotillo.

Toledo Manzur fue recibido con una banda musical por la mañana y recorrió las calles, el templo y la plaza de Temacapulín acompañado de cientos de pobladores que corearon ¡cancelación! para exigir al gobierno federal que detenga la presa, que ha costado unos 35 mil millones de pesos y no ha avanzado desde 2015. La cortina sigue a una altura de 80 metros debido a recursos legales interpuestos por los opositores.

Me bastaron 15 minutos para percatarme de dónde me encuentro: en un pueblo originario con una historia larguísima, un pueblo campesino lleno de cultura, con historia, de poetas, de creyentes y creencias, de talentos, de artesanos, de pescadores, dijo en una audiencia pública realizada en la plaza central de Temacapulín.

Al acto acudieron ambientalistas jaliscienses y de Guanajuato, productores de la región de Los Altos de Jalisco, investigadores de la Universidad de Guadalajara y del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente, de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, entre otras organizaciones.

Los opositores expusieron a Toledo las razones técnicas, de derechos humanos, sociales, ambientales, económicas y jurídicas por las cuales la presa El Zapotillo es inviable, y repudiaron el acuerdo de entendimiento que los gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro, y de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez, firmaron hace un mes para repartirse el agua represada del río Verde.

La noche del lunes Toledo Manzur se reunió en privado con Alfaro, quien le dijo que El Zapotillo aliviaría la necesidad de agua de un millón de habitantes de la zona metropolitana de Guadalajara, aunque no presentó estudios que avalaran su dicho, dijo el titular de la Semarnat.

Los inconformes exigieron a Toledo que se realicen auditorías técnicas y financieras al proyecto. El funcionario comentó que la solicitud le parecía interesante y que se la presentaría al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Manifestó que Temacapulín es un pueblo empoderado porque la lucha por salvarlo se volvió emblemática a escala nacional e internacional. Antes de su visita, dijo, investigadores españoles le recomendaron ir al pueblo y conocer directamente de la situación.

El titular de la Semarnat consideró que con sus 14 años de resistencia Temacapulín ya triunfó y ahora se debe crear un gran frente formado por los tres poblados bajo amenaza de inundación (los otros son Palmarejo y Acasijo), una alianza cívica que incluya a colonos de Guadalajara, científicos y activistas, que demuestren al resto del país que sí se puede echar abajo el proyecto.

Se deben realizar foros para tener elementos que justifiquen en todo caso que la obra se detenga. La Semarnat va a apoyar esta decisión siempre que tengamos en la mano esos elementos científicos, éticos, de derechos humanos, indicó.