A partir del pasado domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador cambió su residencia a Palacio Nacional, aunque, informó el propio mandatario, alternará su estancia con la casa que tiene en el sur de la Ciudad de México, porque no es lo mismo, o sea, la casa de uno es mejor. Sin embargo, criticó las versiones de que utilizará los salones históricos que hay dentro del recinto: es una exageración, eso sí calienta.

En la diversidad de temas que abordó, salió al paso de los videos difundidos por un grupo en el que se pretende involucrar al secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, con el cártel Jalisco Nueva Generación. “Le tengo toda la confianza, para ser claros. ¿Por qué estos videos? Porque quieren desacreditar al gobierno y no hay que echarle la culpa a la ligera, a las bandas de la delincuencia; también la delincuencia de cuello blanco hace estas cosas”.

Como parte de su conferencia matutina, López Obrador anticipó que en diciembre próximo podría estar disponible su nuevo libro, La economía moral, en el que incorporará el resultado de las evaluaciones de modelo económico que instrumenta.

Críticas a medios

En este contexto, ratificó sus críticas al Financial Times por su orientación editorial de respaldar las reformas estructurales del gobierno pasado y augurar que la economía mexicana entrará en recesión.

–¿Cuando se cambia de residencia, Presidente?

–Ya estoy.

–¿Ya vive aquí?

–Desde anoche. Voy a estar alternando, porque no es lo mismo, o sea, la casa de uno es mejor –respondió.

Explicó que se mudó con su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, y su hijo Jesús, pero aprovechó para rechazar que vaya a disponer de los salones del Palacio: el Azul, el Rosa, el Embajadores, el principal. “La verdad que es el departamento que construyó, que adaptó Felipe Calderón y mantuvo Enrique Peña Nieto; es una parte muy limitada.

Aprovechó para desacreditar la difusión de una nota en que se cuestiona la asistencia de su hijo Jesús a un campamento de verano. “Todos estos ataques, que se va mi hijo a un campamento a San Luis Potosí. ‘¡Qué barbaridad! ¡Dónde está la austeridad!’

Pero el medio que saca ese gran reportaje cobraba aquí; es de los que recibían dinero por los servicios que prestaban, afirmó.