El coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, presentará el próximo miércoles en la Comisión Permanente una iniciativa para modificar el Código Penal Federal y la Ley de Instituciones Financieras para combatir los préstamos gota a gota, asociados con delitos de usura, robo, extorsión y lavado de dinero.

Monreal señaló que las reformas que presentará son para proteger el patrimonio de las personas pobres, ante la expansión de quienes hacen préstamos indebidos, conocidos como gota a gota, sobre todo a pequeños comerciantes y vendedores ambulantes.

Refiere el senador que de acuerdo con la Comisión Nacional de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), quienes se dedican a esa práctica ofrecen préstamos fáciles al entregar al interesado en un día el monto solicitado, sin checar buró de crédito, sin aval y sin contrato, con el único requisi-to de tener un negocio y contar con una identificación oficial.

Monreal detalla que los préstamos se hacen principalmente a pequeños comerciantes y vendedores ambulantes, con un interés aparentemente bajo, pero ya que se cobran de manera diaria o mensual, poco a poco la deuda se vuelve impagable. Cuando el acreedor cae en impagos comienzan las amenazas a las víctimas, incluso les roban sus mercancías para exigir el pago, y los afectados no pueden interponer denuncia porque el acuerdo es de palabra.

Precisa el senador que las autoridades han revelado que en la Ciudad de México la red de prestamistas gota a gota está integrado por cerca de mil 500 personas sudamericanas que llegaron como turistas y que desde 2015 han entregado tarjetas de presentación para darse a conocer en mercados y pequeños comercios.

Esa práctica no está tipificada como delito, sólo se considera un modus operandi, en consecuencia, resulta complejo castigar a quienes lo ejecutan y es sumamente difícil para las víctimas encontrar un método de protección legal y efectivo.

Los delitos de usura, robo y extorsión ya están tipificados, por lo tanto, lo que se pretende con esta reforma es introducir agravantes y doblar las sanciones, apunta Monreal.

En la Ciudad de México, explicó el parlamentario, ese delito ha sido perseguido como extorsión agravada; en Colombia se creó el delito de cobro coactivo y Perú elevó las sanciones para el caso de la usura.