|
|||||
Habla Fernando Celis Callejas
Incertidumbre y molestia:
Con la formación de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC) en 1989 y en alianza con grupos cafetaleros de otras organizaciones campesinas que se llamaban independientes, a partir de 1993 se rompió el esquema de representación corporativa de los cafetaleros ligado a los gobiernos priistas. Con la participación solo de organizaciones cafetaleras se inició una coordinación gremial y plural para la gestión conjunta de las políticas cafetaleras y la instrumentación de los programas de apoyo. Esta acción conjunta se dio hasta el 2011 y se ha retomado en el 2018 con una coordinación entre el Sistema Producto Café Nacional y Sistemas Estatales en que participan muchas organizaciones regionales y locales que no son miembros de organizaciones nacionales: la Conaprocafé, en la que participan grupos cafetaleros ligados a la UNORCA; UGOCEP, El Barzón y otros, la CNOC y la Unión de Productores de Café de la CNC. Nuevamente, de manera conjunta se presentan planteamientos de políticas cafetaleras y programas. Con la crisis de bajos precios de 1989 a 1994 quebraron la mayoría de las organizaciones que comercializaban e incluso exportaban café convencional. En la CNOC varias organizaciones se orientaron a producir café orgánico y ventas en el llamado Comercio Justo y son los que han logrado sostenerse como exportadores. En años recientes se ha ido adquiriendo más experiencia en la comercialización y venta de café también a través de cafeterías y otros puntos de venta. Se han generado experiencias importantes en la diversificación de proyectos como la vivienda y productos como la miel y otros, cuentan con organismos de ahorro y préstamo y de financiamiento. Para esto se han formado diferentes figuras morales que han servido para acceder también a los recursos del programa PIAC del 2016 al 2018. Desde la CNOC se ha jugado un papel importante en la formación del FIRCAFE que para el 2018 contaba con cerca de mil millones de pesos de 320 mil productores aportantes. Este fondo se formó con las aportaciones de los productores y su objetivo era apoyar cuando los precios estuvieran bajos. Hasta junio del 2019 se habían regresado 520 millones de pesos a unos 110 mil productores aportantes. En los meses previos a la elección presidencial de julio del 2018, se le explicó a quienes habían sido propuestos para el gabinete de López Obrador, que el mayor problema que enfrentarían si ganaban era la fuerte baja de precios del café pagado a los productores. Sobre esto se planteó que continuara el programa de apoyo fiscal para la renovación de cafetales y que aumentaran los recursos para incluir hasta 250 mil productores, además se estableciera un apoyo fiscal compensatorio por los bajos precios de 1800 millones de pesos y con esto se apoyara a la mayoría de los productores de café. Algunas cuestiones importantes en los pasados meses son: 1 Nuevas plantaciones de café robusta para abastecer a la Nestlé. En diciembre del 2018 se anuncia desde la Presidencia la inversión de la Nestlé para una nueva fábrica de café soluble en el puerto de Veracruz. No era algo nuevo, ya que esta planta se había anunciado antes en Coatzacoalcos. Ante los comentarios hechos desde la CNOC, un funcionario del gobierno de Veracruz detalló lo que pretendía la empresa: se sembrarían a nivel nacional 150 mil hectáreas de café robusta y 80 mil en Veracruz con un rendimiento de unos 50 quintales por hectárea. El gobierno ubicaría los terrenos, organizaría a los productores y les proporcionaría subsidios para las plantas de café, asistencia técnica, créditos y apoyo en la negociación de los precios de venta con Nestlé. Ante las protestas de los productores, desde el gobierno estatal se citó a varios representantes de productores, les sacaron fotos y apareció en los medios como que declaraban que apoyaban el proyecto de la Nestlé y que representaban el 80% de los productores de café del estado. Era claro el interés de los funcionarios de la Sader y Sedecop en Veracruz de apoyar a toda costa el plan de la Nestlé. Se generó un gran debate en los medios y fueron saliendo más datos, como el que la nueva planta sería para obtener 25 mil toneladas de café soluble, que serían principalmente para la exportación y necesitaban un 75% de café robusta, alrededor de 400 mil quintales. La cuestión era que la Nestlé habían sorprendido al gobierno y quería que se subsidiara la producción de no menos de 5 millones de quintales de café robusta que en sus cuentas alegres era lo que necesitarían en el 2024, ya que triplicarían sus exportaciones de café soluble a Estados Unidos y otros países y por el aumento del consumo interno que calculaban podría tener un porcentaje mayor de café soluble con robusta. Pensaban sustituir las importaciones de café robusta de unos 1.8 millones de sacos y la otra parte destinarla al consumo interno. Desde el sector productor de café se argumentó que un fuerte aumento de la producción de café robusta en México contribuiría a la sobreproducción mundial de este café de precios más bajos y que era uno de los factores principales en la baja también de los precios de los cafés arábigos. Además desplazarían cafés arábigos lavados mexicanos en el consumo nacional. Que sería una competencia desleal de menores precios al consumidor cuando estaba disminuyendo el porcentaje del café soluble en el consumo nacional. El 15 de enero se realizó una manifestación en el parque central de Xalapa con participación de productores de varios estados. Se consiguió una entrevista con los secretarios de la Sader y Bienestar Social el 25 de enero. En esta reunión los secretarios manejaron que no se subsidiarían las nuevas plantaciones de café robusta de la Nestlé. En los siguientes meses siguió la controversia y desde el gobierno de Veracruz se siguió promoviendo el proyecto de la Nestlé. Después se supo que en el programa “Sembrando Vida” se apoyarían 7000 hectáreas con café robusta con sombra y serían para sustituir importaciones y cubrir la demanda de la Nestlé. Esta situación ha generado una imagen en buena parte de los productores de que empresas como la Nestlé siguen teniendo una fuerte influencia en los funcionarios y en las políticas para el café. 2 Presupuesto público y programas para el café. Desde el sector productor se planteó que se siguiera con el programa de apoyo a la renovación y mejoramiento de la producción de café, que incluía la compra de planta de café, insumos y asistencia técnica y se demandaba que se aumentaran los recursos para incluir a unos 250 mil productores. Además que se apoyara con 1800 millones de pesos como compensación por los bajos precios del café y se incluyera a la mayoría de los productores con 2 mil pesos por hectárea y 400 pesos por quintal comercializado hasta 2.5 millones de quintales. Desde la Sader se manejó inicialmente que se tendrían unos 785 millones de pesos para seguir con el apoyo a la producción de café, que sería un monto igual que el año anterior y que se llamaría Subicafé. Después se supo que se habían asignado 1480 mill de pesos para el café y desde la Presidencia se decía que se apoyaría a todos los productores. Desde la Subsecretaría de Agricultura se sacó una convocatoria el 8 de marzo para el Subicafé, incluyendo apoyos para compra de planta, insumos y asistencia técnica, se incluía a solicitantes individuales y a través de figuras morales (no se consideraban las asociaciones civiles). Se recibieron solicitudes de poco más de 300 mil productores. Después se conoció que había instrucciones de Hacienda o la Presidencia de que el apoyo fiscal sería en el esquema del Programa de Producción para el Bienestar a través de la Subsecretaría de Competitividad de la Sader. Se ejercerían 1250 millones de pesos con 5000 pesos por productor y hasta 250 mil productores. Se utilizaría el padrón depurado de los solicitantes del Subicafé y se establecieron lineamientos específicos. Al respecto hay varias preocupaciones: Muchos productores solicitan que se les incluya ya que no habían acudido al Subicafé. Algunos delegados estatales y regionales de los programas de bienestar social decían que a ellos les correspondía levantar y calificar el padrón de beneficiarios y ya habían levantado padrones de solicitantes distintos del padrón de beneficiarios que tenía la Sader. En la última semana de junio se supo que se cambió el esquema de los caders y distritos que sostenían la operación de los programas de la Sader, lo cual llevaría a nuevos cambios en los procedimientos para la entrega de apoyos a los productores de café. Se retrasó la entrega de los apoyos para la producción que los productores utilizarían para fertilización y labores culturales como podas y limpias. 3 Los bajos precios del café y una mayor migración desde Centroamérica. Durante mayo y junio del 2019 aumentaron los migrantes de Centroamérica que pasarían por México para llegar a Estados Unidos. Está documentado que parte del aumento de la migración es por la fuerte baja de los precios del café pagado a los productores. El gobierno de Estados Unidos, de manera arbitraria manejó que si el gobierno mexicano no detenía la migración se establecerían a partir de julio aranceles del 5% a las exportaciones mexicanas y llegarían al 25% si no había contención de la migración en México. El gobierno mexicano aumentó la militarización en la frontera sur y norte y ha dicho que deberían analizarse las causas de la migración, para lo cual debería tenerse mayor inversión en Centroamérica y el sur de México. Se estableció una comisión que encabeza el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y se sabe que han tenido reuniones con grupos empresariales para una mayor inversión en la región, además de ampliar el programa “Sembrando Vida” en el sur e impulsar con recursos programas similares en El Salvador, Guatemala y Honduras. Llama la atención que no se tengan reuniones con la representación del sector productor de café de México para ver qué medidas adicionales se tomarían en México. Si en la cosecha 2019-20 (octubre-marzo) en México siguen los precios bajos del café sin duda aumentará la migración desde las regiones cafetaleras de México. El 21 de junio en Xalapa, Ver., se realizó un Foro nacional de productores de café y una de las conclusiones fue demandar que se estableciera un grupo con la Comisión para la Migración y los secretarios de Sader, Bienestar Social y Semarnat para ver la cuestión de la migración y las medidas que deberían tomarse en México sobre la cuestión de los bajos precios del café y para una mayor coordinación con Centroamérica en la parte relativa al café. Lo que se ve en buena parte de los cafetaleros y las organizaciones es desconcierto e incluso molestia por la manera en que se dan privilegios a la empresa Nestlé, la desarticulación en los programas para café entre diferentes dependencias y los pocos avances que hay en las demandas centrales que se plantearon principalmente al secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, en la reunión del 25 de enero. De éstas se destacan el apoyo fiscal compensatorio por los bajos precios del café, la formación de un nuevo organismo público que articule de manera integral las políticas y programas para el café y que se vinculara el precio que pagan los consumidores de café con lo que reciben los productores, considerando que la mayor parte de la producción nacional va al consumo interno. Es urgente un mayor diálogo y acuerdos del nuevo gobierno federal con la representación del sector productor de café para recomponer la situación actual e impulsar conjuntamente medidas que lleven al mejoramiento de las familias cafetaleras.•
|