20 de julio de 2019 • Número 142 • Suplemento Informativo de La Jornada • Directora General: Carmen Lira Saade • Director Fundador: Carlos Payán Velver

Política alimentaria canadiense,
camino a seguir


Guía alimentaria canadiense.
Víctor Suárez Carrera Subsecretaría de Alimentación y Competitividad, Sader

El pasado 17 de junio el gobierno de Canadá anunció su primera Política alimentaria federal, la cual aborda fórmulas para atender en el país los principales retos globales de la alimentación de una forma integral. Su propuesta va desde trabajar para generar una oferta suficiente en regiones con pobreza y hambre, hasta reforzar la calidad y sanidad para los mercados extranjeros pero también en los domésticos, y considera el fomento al consumo de productos locales, nacionales, con una etiqueta que así los identifique; el abatimiento del desperdicio, y los conceptos de alimentos seguros, nutritivos y culturalmente diversos.

Esta política, que también busca hacer frente al engaño a los consumidores y a la competencia desleal entre empresas (que se cometen con etiquetados incorrectos y otros fraudes), fue construida a partir de una encuesta realizada por vía electrónica en 2017 a más de 45 mil productores y procesadores de alimentos, expertos en medio ambiente, salud y seguridad alimentaria, grupos indígenas, organizaciones no gubernamentales y defensores de la comunidad.

Para México una experiencia así es como agua fresca, sobre todo cuando proviene de un país socio en el TMEC y con el cual compartimos una vecindad muy importante, la que tenemos con Estados Unidos, potencia agrícola global y nuestro principal abastecedor externo de materias primas agrícolas y alimentos (con muchos aspectos debatibles, como es el dumping, los subsidios, la tendencia a los alimentos híper industrializados, la producción de cultivos transgénicos, etcétera).

Es como agua fresca porque desde la Secretaría de Agricultura estamos haciendo esfuerzos coordinados con otras instancias del gobierno federal, como las Secretarías de Salud, Medio Ambiente, Educación y Economía y el Instituto Nacional de Salud Pública, y con organizaciones de la sociedad civil como El Poder del Consumidor, para construir un sistema agroalimentario justo, sustentable y saludable.

Esto es un sistema que vincule las políticas, programas y acciones en materia agropecuaria, con las de salud, medioambientales, educativas y de corte social, de forma tal que estemos todos en el gobierno en una misma sintonía e impulsemos materias primas agrícolas producidas con el mayor cuidado posible de nuestros recursos agua y suelos y de los ecosistemas y con el cuidado de excluir agrotóxicos y pesticidas de alta peligrosidad; materias primas que contribuyan así una alimentación que sea suficiente (en principio para los propios productores y luego para el conjunto de la población) y que sea nutritiva, saludable y con calidad.

Entre los factores que hemos discutido en un grupo intersecretarial para avanzar en la búsqueda de este sistema está la necesidad de fomentar la mejora de la infraestructura y las condiciones de ocupación en las zonas rurales, la atención prioritaria de grupos vulnerables rurales y urbanos, el fortalecimiento de la soberanía alimentaria y la provisión de atención médica gratuita.

Más adelante en este texto describo acciones puntuales de la política alimentaria canadiense anunciada, lo que muestra cómo coincidimos en nuestras preocupaciones e intereses por tener políticas holísticas, integrales que conecten producción agrícola con alimentos saludables, infraestructura rural con mayor oferta alimentaria y abatimiento de la pobreza, lo rural con lo urbano, producción local con consumo local y nacional, etcétera.

Visión integral

La nueva política alimentaria de Canadá tiene una visión de integralidad y la información con que se difundió señala que llega a alinearse con los objetivos de otras iniciativas y políticas federales de ese país, como la Asociación Canadiense de Agricultura, la Estrategia de Alimentación Heathy y la Estrategia de Reducción de la Pobreza. Asimismo, prevé la coordinación del gobierno con provincias y organizaciones no lucrativas para la creación de un Programa Nacional de Alimentos Escolares. Muestra así una visión que abarca la producción del campo; la atención alimentaria a niños y estudiantes y a personas que viven en espacios rurales de pobreza; la mejora en los estándares de calidad y sanidad –de por sí reconocidos en los mercados de exportación de este país–, y el reforzamiento de lo cultural, lo local y lo nacional en las elecciones de los consumidores, entre otros factores.

Vale la pena destacar aquí algunas de las motivaciones de la nueva política canadiense de alimentación, expresadas en los mensajes con que se hizo pública.

  • “El sector de alimentos de Canadá es responsable de uno de cada ocho empleos en todo el país; es una fuente inagotable de la economía, especialmente en nuestras comunidades rurales. Sin embargo, demasiados canadienses no pueden acceder de manera confiable a suficientes alimentos saludables. Demasiados niños están aprendiendo con el estómago vacío”. 

  • “Canadá desperdicia más de 11 millones de toneladas de alimentos cada año, por un valor de casi 50 millones de dólares canadienses”. 

  • “Uno de cada ocho hogares canadienses actualmente experimenta inseguridad alimentaria, lo que significa que no tienen acceso confiable a una cantidad suficiente de alimentos asequibles, nutritivos y culturalmente apropiados. La inseguridad alimentaria es aún más pronunciada en algunos segmentos más vulnerables de la población (por ejemplo, hogares de bajos ingresos con niños; uno de cada dos hogares en Nunavut)”.

  • “El sistema alimentario de Canadá es resistente e innovador, sostiene nuestro medio ambiente y apoya nuestra economía”.

Acciones específicas de la nueva política canadiense:

  • El gobierno de Canadá está invirtiendo 134 millones de dólares canadienses en el Presupuesto 2019, que incluye nuevas iniciativas para ayudar a lograr los objetivos clave de la Política Alimentaria federal.

  • Se crea un Consejo Asesor de Políticas de Alimentos de Canadá. El Consejo reunirá la experiencia y la diversidad necesarias más allá del gobierno para abordar los desafíos actuales, así como el futuro del sistema alimentario de Canadá. Un proceso abierto y transparente, que incluye cartas de nominación, comenzará durante el verano.

  • Se crea un Fondo de Infraestructura Alimentaria Local de cinco años y 50 millones de dólares canadienses, diseñado para apoyar proyectos dirigidos por la comunidad que mejoren el acceso a alimentos seguros, saludables y culturalmente diversos. A partir del 15 de agosto de 2019, se invitará a las organizaciones elegibles a presentar una solicitud a través del primer período de admisión para fondos no reembolsables de hasta 25 mil dólares canadienses.

  • Se genera una nueva campaña canadiense de marca Brand and Buy Canadian que tendrá como objetivo aumentar el orgullo y la confianza del consumidor en la comida canadiense.

  • Habrá apoyo a proyectos dirigidos por la comunidad, como invernaderos, congeladores comunitarios y capacitación en habilidades que aborden los desafíos alimentarios y la inseguridad alimentaria en las comunidades aisladas y del norte del país.

  • Se crea un fondo para apoyar las ideas más innovadoras de reducción de desperdicio de alimentos en el procesamiento de alimentos, la venta al por menor de comestibles y el servicio de alimentos.

  • Habrá nuevos fondos para ayudar a la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos a combatir el fraude alimentario, el etiquetado incorrecto y la tergiversación de productos alimenticios, para proteger a los consumidores del engaño y a las empresas de la competencia desleal; y

  • Se tomarán los primeros pasos para trabajar junto a las provincias y organizaciones sin fines de lucro hacia la creación de un Programa Nacional de Alimentos Escolares.•

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