Jueves 18 de julio de 2019, p. 8
Unión Hidalgo, Oax., De sus viajes a su natal Unión Hidalgo, Daniel Sánchez Antonio, conocido como Daniel Sánton, escuchaba a su gente hablar el zapoteco, pero lo que más le cautivó fue que los jóvenes lo cantaran en rap y así nació su documental Zapoteco, lengua de protesta, presentado en la Guelaguetza 2019.
Lo que Santón busca es difundir el zapoteco, que más personas lo valoren y que con el rap los jóvenes entre 12 y 20 años hablen su lengua sin temor alguno.
Con 20 años de edad y egresado de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación en la Universidad La Salle campus Cancún, Daniel pretende titularse con una tesis sobre cómo los jóvenes de Juchitán usan este género musical en zapoteco como herramienta social, política y cultural.
Exitosa recepción
Quedé contagiado de esa lengua que es de mis padres y abuelos y ahora verla en jóvenes al interpretar y hacer un juego de palabras en rap aún más, por eso hice este documental, como un homenaje a esta lengua de resistencia, esta lengua que sigue viva y que queremos seguir difundiendo para que las futuras generaciones hablen y lo compartan con los suyos, me siento muy contento de que lo hayan recibido con éxito
, dijo.
Daniel es dinámico y su documental también; ahí, los raperos cuentan cómo aprendieron el zapoteco y por qué su música habla de violencia y megaproyectos.
El documental fue producido, filmado y editado por el propio Daniel y contó con la participación de Dalthon Pineda, Juchirap, Rosty Bazendu’, Tiko, Many, Aldri Pineda, Pedro Gallegos, Cheko, Mc Duio, entre otros.
Juchitán es la novena ciudad más violenta del país, pero los mismos jóvenes me cuidaron
, dice Daniel sobre el filme con el que rinde homenaje a su abuelo Ignacio Ta Nachu Puli, quien falleció durante la producción.
Víctor Cata, historiador y lingüista explica que a mediados del siglo XIX México adoptó la política pública de desaparecer las lenguas indígenas por considerarlas dialectos que hacían más ignorantes y tontos a sus hablantes
.
“Ahora se lucha contra esa política que borró muchas lenguas. Por fortuna tenemos todavía hablantes del zapoteco y las mujeres ocupan un lugar importante, porque son transmisoras de palabras, cantos, chistes y una serie de signos que dulcemente conquistan nuestro corazón y mente.
La mejor escuela para aprender un idioma y una lengua son las casas, los hogares, y ahí, las maestras son las abuelas, las mamás y las tías
, sostuvo.
Juchitán, Santa María Xadani y Álvaro Obregón (Gui’ xhi Ro’) son los pueblos que han conservado más su lengua. Sus niños lo hablan fluido, inclusive cantan y hacen rimas y chistes con el zapoteco.
Documento sermones y todo lo que los ancianos digan, registro el zapoteco, doy conferencias y lo promuevo a través de un espacio digital. Uso la tecnología en favor de las lenguas indígenas
, señaló.
Con el taller El camino de la iguana Víctor Cata y Natalia Toledo promueven la creación y divulgación de textos en zapoteco.