Miércoles 10 de julio de 2019, p. 4
En dos ocasiones ha renunciado Carlos Urzúa a los puestos para los cuales lo designó Andrés Manuel López Obrador: la primera, cuando era jefe de Gobierno del Distrito Federal, y la segunda, ayer. En ambas, Arturo Herrera asumió el cargo vacante y ahora será el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En los primeros siete meses de este gobierno, Herrera, quien ocupó al mismo tiempo la subsecretaría de Hacienda y la de Ingresos, se caracterizó por ser la cara de la dependencia ante medios de comunicación e inversionistas.
Sus declaraciones han causado que al menos en dos temas el Presidente saliera a contradecir lo consignado por el economista: el aplazamiento en la construcción de la refinería Dos Bocas y la posible utilización de fondos de estabilización para apoyar financieramente a Pemex. En ambos casos López Obrador desestimó las afirmaciones de Herrera. Hizo una tercera corrección cuando versiones en medios atribuyeron a Herrera la intención de revivir la tenencia vehicular en el país, declaración que no hizo pero que mereció una descalificación en la conferencia mañanera.
Ayer, en un nombramiento repentino, anunciado por medio de redes sociales, Herrera tomó la estafeta al frente de Hacienda. Cuenta con experiencia en el Banco Mundial, la banca privada, el gobierno de la Ciudad de México y la SHCP.
De acuerdo con especialistas, Herrera tiene las cartas académicas y profesionales para mantener la guía de política pública en la administración. La cual se centra en mantener la estabilidad financiera y el superávit primario para garantizar el pago de la deuda. Sin embargo, ello no deja lado que Hacienda necesita revisar los señalamientos de Urzúa y limpiarla de presiones externas.
En ello coincidieron Fernando López Macari, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas; Ricardo Martín González, del Colegio de Contadores Públicos de México, y Bernardino Esparza, catedrático de La Salle.
Esto, porque Urzúa deja el gobierno cuando faltan pocos días para que se presenten los resultados de la economía en el segundo trimestre del año, que recibirá Herrera con una contracción de 0.2 por ciento en el periodo enero-marzo.
A esto se suma la presión de las calificadoras sobre la deuda de Pemex y la de México, que ha expuesto el apoyo fiscal que sea necesario para destrabar la crisis en la principal empresa del Estado. Además de una moneda que se ubica entre las más apreciadas en meses recientes, pero cuya estabilidad se ve minada por los anuncios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre medidas proteccionistas al comercio.