La contratación de adolescentes menores de 15 años de edad para el trabajo del hogar remunerado quedó prohibida en las nuevas disposiciones establecidas en la Ley Federal del Trabajo, además en ellas se pide evitar emplear a mayores de esa edad que no hayan concluido cuando menos la educación secundaria, a excepción de que la persona empleadora se haga cargo de que finalice la misma.

De igual manera, se establece que las jornadas no excedan, bajo ninguna circunstancia, las seis horas diarias ni 36 horas semanales.

Y en el caso en el que el o la adolescente habite en el domicilio en donde realiza sus actividades y preste sus servicios para una sola persona, deberá garantizarse que el espacio en donde pernocte sea seguro. En los cambios publicados en el Diario Oficial de la Federación, queda también establecido que el empleo para quehaceres del hogar debe fijarse mediante contrato por escrito que incluye como mínimo el nombre y apellidos de la persona empleadora y de la trabajadora; dirección para el empleo habitual; fecha de inicio del contrato y, cuando éste se suscriba para un periodo específico, su duración; el tipo de actividades por realizar, la remuneración, el método de cálculo de la misma y la periodicidad de los pagos.

Condiciones, por escrito

También las horas de cada jornada, vacaciones anuales pagadas y los lapsos de descanso diario y semanal; el suministro de alimentos y alojamiento, cuando proceda; las condiciones relativas a la terminación de la relación laboral, y las herramientas que serán brindadas para el correcto desempeño de sus funciones.

Se advierte que el contrato se establecerá sin distinción de condiciones, al tratarse de personas trabajadoras del hogar migrante, y queda prohibido todo tipo de discriminación.

Cifras recopiladas por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) señalan que 2.3 millones de personas se dedican al trabajo en el hogar remunerado, de las cuales nueve de cada 10 son mujeres.

Según encuestas en las que participó el Conapred, un tercio de las participantes comenzó a laborar siendo menor de edad, una de cada cinco lo hizo entre los 10 y 15 años.

La Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017 arrojó que 87 por ciento de las trabajadoras del hogar mencionó no tener un contrato por escrito; 0.3 por ciento nació en Estados Unidos y 0.2 por ciento en otro país, mientras 21 de cada 100 es originario de un estado diferente a donde trabaja.