A dos meses de que Estados Unidos impuso una cuota compensatoria de 17.5 por ciento al tomate mexicano, el sector pasa por una situación muy crítica y por ello el gobierno debe poner mayor empeño en apoyarnos para lograr un acuerdo, tanto como el que puso para frenar los aranceles con que amagó el presidente Donald Trump y los del acero y aluminio, señaló el vicepresidente del Sistema Producto Tomate, Manuel Antonio Cazares Castro.

Precisó que desde el 7 de mayo hemos pagado ese arancel, pero los productores medianos y más chicos que batallamos tanto para exportar, casi no lo podemos hacer porque no nos costea, nos pega duro. Estamos con mucha incertidumbre. No sacamos ni los costos.

Subrayó que al no poder pagar el arancel las exportaciones han disminuido 30 por ciento y destacó que este año la afectación por el gravamen es de unos 350 millones de dólares.

Recordó que los tomateros mexicanos, por medio de un despacho en Washington, interpusieron un amparo, que fue desechado. Comentó que el despacho lo pagamos nosotros, y es carísimo, es el mismo que los asesoró en 1996 cuando surgieron acusaciones de dumping.

Sostuvo que aunque es un tema de productor a productor, es de interés nacional y eso no se debe dejar de lado, pues el tomate es el tercer producto agroalimentario de exportación.

Aunque los tomateros están a la expectativa de que la Comisión de Comercio Internacional emita su fallo en septiembre, Cazares Castro dijo que será difícil para muchos aguantar tanto, ello pese a que si el fallo sale en nuestro favor todos los aranceles nos los devuelven.