Con la antesala de un primer trimestre en que la economía se contrajo, Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, consideró este jueves que el periodo de abril a junio que acaba de concluir se perfila no tan positivo como esperábamos, por un impacto de la política fiscal y monetaria restrictivas, así como por la presión que han ejercido las calificadoras en este periodo. Sin embargo, descartó que ello implique un deterioro generalizado de la economía.

“Una recesión honestamente no la veo. Siento que sí ha venido una baja por muchas razones. La primera razón, recuérdese que en diciembre de una forma sorpresiva la calificadora Fitch –con o sin razón–- amenazó con que podríamos perder el grado de inversión. Esa señal fue de ‘espérate, detente’ y nos dañó mucho”, manifestó a su llegada al Palacio de Minería, convocado por el gremio de los ingenieros.

Entre enero y marzo –el primer trimestre bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la economía se contrajo 0.2 por ciento respecto del trimestre anterior. Pese a este entorno, Romo dijo que por ahora él va hacia adelante y con la mira en apuntalar el crecimiento para los próximos seis años. Para ello se llevan a cabo consejos regionales con el empresariado con el fin de apoyar la inversión.

Con empresarios ya vamos al matrimonio

En el periodo de abril a junio también se apilaron una serie de desencuentros entre la iniciativa privada y gobierno. Ahí se mezclan demandas por incumplimiento a contratos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) –cancelado hace seis meses–, amparos contra su desmantelamiento y también contra la construcción de una obra de este tipo en Santa Lucía, así como procesos de arbitraje para la revisión de cláusulas consideradas abusivas por la Comisión Federal de Electricidad en contratos de siete gasoductos.

Ante ello, Alfonso Romo aseguró que está lejos de generar una ruptura. “La reuniones con los empresarios son muy positivas, tenemos pláticas, tenemos puntos de vista diferentes, pero estamos caminando de la mano, de eso sí no tengan duda. Sigue la luna de miel. Es más, ya vamos al matrimonio”, aseveró.

En ese tono, confió en que los amparos promovidos por asociaciones civiles y financiadas por grupos empresariales respecto al tema aeroportuario se resuelvan. En las cuestiones legales no me meto, lo que sí sé es que se va a arreglar todo y si nos tardamos tres semanas o dos no hay problema. Vamos a hacer Santa Lucía, advirtió.

Asimismo, explicó que como parte del proceso de apoyo a la inversión se llevarán a cabo reuniones con la iniciativa privada para ofrecer diálogo y compromisos puntuales.

Se estima que se incorporen hasta 50 empresarios por región. Estamos formando consejos estatales y regionales en toda la República y vamos a tener dos reuniones por mes con el Presidente.