Sin tumultos y con la ausencia de sus sindicatos más numerosos, como el petrolero, el sector obrero del PRI recibió, en sesiones por separado, a los dos candidatos a la presidencia de este partido: Alejandro Moreno Cárdenas e Ivonne Ortega Pacheco.

Al auditorio Fernando Amilpa de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) llegó Moreno, gobernador de Campeche con licencia, y su compañera de fórmula, Carolina Viggiano.

El candidato prometió el resurgimiento del PRI y aseguró que este partido nunca más será mudo ante el gobierno.

Tendremos un partido que trabaja con estrategia; nunca más un partido mudo ante el gobierno sino uno que señale, critique, y respalde a los obreros para hacerle sentir nuestra fuerza, dijo.

Alito, como le dicen al campechano, subrayó que el PRI está de regreso y Morena es un ave de paso.

Aseguró que es una ‘leyenda urbana’ el supuesto espaldarazo del presidente Andrés Manuel López Obrador, ante los gobernadores priístas, para que le hagan ganar la elección del 11 de agosto próximo.

“Se dicen muchas cosas. Eso no sucedió así. Somos priístas, tenemos orgullo, carácter y vamos a enfrentar al gobierno de la República con firmeza, crítica y viendo al futuro (…). Hay a quienes les gustan las leyendas urbanas”, respondió.

El balance de gobierno actual, sostuvo, es muy muy malo y hoy la gente tiene miedo, angustia.

Al centro del presídium se encontraba el líder de la CTM y presidente del Congreso de Trabajo (CT), Carlos Aceves del Olmo, quien desde hace algún tiempo es trasladado en silla de ruedas.

Al final del acto, se informó que recibió a los candidatos pese a tener una fuerte dolencia en la pierna.

Pero no sólo la salud del líder está disminuida, también el propio sector obrero acusa debilidad tanto en el Congreso de la Unión (sólo tiene un diputado federal y un senador, el propio Aceves) como en las decisiones fundamentales.

Gloria Carrillo, delegada del sector femenil cetemista, preguntó frente a Moreno: ¿qué importancia tiene el sector obrero para el partido?

Apenas salió el campechano, al que el CT dio el aval para su registro como candidato, llegó Ortega al auditorio, quien hace unos días debió buscar el apoyo de las dirigencias estatales, porque entre los sectores y la mayoría de las organizaciones la cargada fue para Alito.

Ivonne Ortega y su pareja en la contienda, José Encarnación Alfaro, les prometieron defenderlos y formar un frente nacional ante los embates del autoritarismo disfrazado de Cuarta Transformación, la cual –aseguró Ortega– quiere desplazar a las organismos que históricamente han defendido a los trabajadores.

Vamos a desenmascarar, dijo, a los que se dicen sindicalistas pero nunca han vivido la lucha social.

Más tarde, Ortega denunció en un video que recibió amenazas contra ella y su hijo de parte de “un ex gobernador que apoya a Alito”.

Los cetemistas escucharon atentos, pero con la disciplina de pararse, aplaudir y echar porras cuando así se los indicaba su dirigente.

Asistieron trabajadores de Puebla, Coahuila, Ciudad de México y estado de México, entre otros. Fue notoria la presencia de textileros, harineros y transportistas, pero sólo unos cuantos ferrocarrileros, cuyo líder, Víctor Flores, vicepresidente de CT, no acudió al acto porque no ha estado bien o anda de viaje, explicó Aceves.