Sábado 29 de junio de 2019, p. a11
Para nadie es un secreto la indisciplina en algunas etapas de la carrera de Yahel Castillo, frente a lo cual, Steffan Marinov, su entrenador, está convencido de que el clavadista se ha superado en todos sentidos y responderá a la exigencia en el Campeonato Mundial y en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, y podrá llegar a los Olímpicos de Tokio 2020.
“Sabemos que Yahel es un chavo inquieto; él es talentoso e increíblemente cuando se le dice ‘ahorita vas a salir más rápido con los brazos’, lo hace; nada más es un poco hiperactivo, pero ya pasó esta etapa de 20 años; ahora está en los 30 y está un poco más tranquilo.
Está más en lo que quiere, que es llegar a Tokio. Lo veo más concentrado y más dedicado, así que vamos a echarle ganas
, asentó el búlgaro Marinov, quien se ha mantenido incansable al lado del atleta que en 2009 recibió una sanción por supuestamente haber bebido alcohol la víspera de una prueba en la Universiada de Belgrado.
Señal que Yahel, tanto en lo individual, como en pareja con Juan Celaya en sincronizados, dominan clavados de la más alta dificultad para competir por los podios con chinos y canadienses.
El mismo Yahel esbozó una sonrisa pícara cuando se le cuestionó sobre cuán difícil ha sido disciplinarse para retomar la competencia. “No, al contrario. Lo hice un ritmo de vida. No me costó trabajo, puesto que yo quería hacer las cosas, sabía que ese era el camino y ahora realmente lo disfruto.
Y abundó; “He madurado mucho, me siento hoy más tranquilo; tal vez ya no entrene tantas horas, pero ya lo hago más inteligente. A los Juegos Olímpicos pasados, que tengo dos (Pekín 2008 y Londres 2012), llegaba fácil, sobrado, y creo que eso fue mi error para no haber tenido una medalla olímpica.
Ahora me está costando trabajo llegar, pero lo estoy disfrutando, y sé que si llego voy a tener más posibilidades de ganar medalla.
Señaló que se puede hablar de un relanzamiento de su carrera. “Esto no es resultado de dos o tres meses atrás. Desde que terminaron los Juegos de Río 2016, en los que fui comentarista y viví las competencias clavado por clavado, me di cuenta que todavía tenía las ganas, el corazón y la menta para regresar.
Muchos no sabrán cuánto me ha costado, pero me he abstenido de muchas cosas, de no salir, de estar tranquilo, de enfocarme en mi familia, en mi entrenamiento, lo que me pida mi preparador físico, y se están dando los resultados. Quiero seguir así, no me conformo, y creo que es el tiempo perfecto
, anotó Castillo.