Cancún, Qroo., El sargazo, alga marina que perjudica las actividades económicas como el turismo y la pesca en el Caribe, incluyendo a las playas de Quintana Roo, generó frustración entre especialistas en oceanografía, funcionarios y dirigentes empresariales que se reunieron en Cancún para abordar la problemática desde un punto de vista científico y económico.

El Encuentro de Alto Nivel para la Atención del Sargazo en el Gran Caribe fue encabezado por investigadores de la Universidad del Sur de Mississippi y de la UNAM, así como la secretaria general de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), June Soomer.

Representantes de 13 países incluido México propusieron este jueves plantear la problemática del sargazo en el Caribe ante la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

También acordaron llevar el tema del sargazo a una sesión técnica del Convenio de Biodiversidad Biológica y trabajar en una declaratoria para definir un plan emergente de sargazo 2019-2020.

Según las conclusiones de las mesas de trabajo realizadas en el encuentro, participaron Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Jamaica, Trinidad y Tobago, Haití, Cuba, Panamá, Isla Guadalupe, Belice, Guyana, Guatemala y México.

Entre otros acuerdos, se aprobó establecer una plataforma accesible a todos los países y elaborar el plan de trabajo para definir un proyecto global y, así, solicitar financiamiento para entender el fenómeno de la propagación del sargazo.

Consideraron “importante retomar la cooperación sur-sur entre países, el fortalecimiento de conocimientos, intercambio de experiencias y el fortalecimiento de capacidades.

También se propuso que un grupo de trabajo establezca líneas de acción y hacer un mapeo para saber el tipo de proyectos que se están desarrollando, identificando proyectos que se puedan vincular, generar alianzas bilaterales y multilaterales, con la finalidad de resolver problemas inmediatos.

Por su parte, June Soomer dijo que el sargazo pudo ser hace unos años una cuestión ambiental pero ahora su propagación por el Caribe está dañando a las personas empleadas en el turismo y en la pesca, actividades económicas totalmente ligadas a las islas del Caribe.

Consideró necesario que los estados nacionales de la AEC, que incluye a México, declaren una emergencia regional para poder acceder a financiamientos del Banco Mundial para paliar los efectos del sargazo en las playas.

A su vez, dos investigadores de la Universidad del Sur de Mississippi coincidieron en que es frustrante no tener los conocimientos necesarios para entender al sargazo desde el punto de vista de su biología.

Ambos especialistas admitieron que no hubo financiamiento para el estudio del sargazo pese a que se registraron señales de un crecimiento explosivo de esta alga marina desde 2010.

Alejandra Valente, especialista de la UNAM e integrante de Ocean Foundation, recordó que la explosión de propagación del sargazo tiene su momento a partir de 2011, un año después de la crisis por el derrame petrolero de una plataforma de BP localizada en aguas profundas del Golfo de México, entre los mares territoriales de Estados Unidos, Cuba y México.

La Organización Internacional Oceanográfica planteó el año pasado la hipótesis de la relación entre la explosión de sargazo y el derrame petrolero en 2010, dijo la especialista.

La secretaria general de la AEC consideró que el problema del sargazo debe ser catalogado como mundial, debido a que las corrientes marinas del Atlántico y el Caribe pudieran dañar otros continentes. Para la región, propuso el diseño de un plan de control de sargazo que incluya un sistema de alertas tempranas para que un país afectado en primera instancia por el alga pueda advertir al resto de la zona sobre una nueva propagación.