Miami. La política de tolerancia cero hacia los migrantes indocumentados del presidente Donald Trump, la crisis fronteriza, la detención de niños migrantes en condiciones pésimas y una fotografía impactante de un salvadoreño y su hija ahogados en el Río Bravo, publicada primero por La Jornada, provocaron apasionados intercambios en la segunda jornada de un debate entre candidatos a la nominación presidencial demócrata.

Ayer tocó el turno a 10 de los 21 aspirantes, en una sesión en la que se repitieron las críticas al régimen del republicano Trump.

Trump ha puesto a Estados Unidos en una situación horrible, dijo el ex vicepresidente Joe Biden. Nos ha puesto en una situación horrible. Tenemos una enorme desigualdad de ingresos, dijo Biden, considerado el favorito para obtener la candidatura, al prometer eliminar las reducciones de impuestos que Trump entregó a los más ricos.

Trump piensa que Wall Street construyó Estados Unidos. La gente común, los estadunidense de clase media, son los que construyeron Estados Unidos, prosiguió.

El senador Bernie Sanders, el segundo favorito en la contienda, se sumó a su competidor al afirmar que el magnate es “un mentiroso patológico y un racista y ha mentido al pueblo estadunidense durante su campaña.

La salud pública es un derecho humano y no algo de lo cual hay que sacar provecho, insistió Sanders, quien se proclama un socialista democrático. Prometió: El primer día de mi administración emitiremos órdenes ejecutivas para deshacer cada cosa que Trump ha hecho para demonizar y dañar a los migrantes.

A la pregunta de si estarían incluidos los indocumentados en sus planes de cobertura médica para todos. Los 10 demócratas levantaron la mano sin dudarlo.

“No se puede dejar a las personas enfermas sin cobertura, sin importar su estatus o de dónde vienen… además contribuyen al bienestar del país”, respondió el ex vicepresidente Joe Biden.

Desde Japón, donde asiste a la reunión del G-20, Trump tuiteó: “Todos los demócratas acaban de levantar las manos para dar a millones de migrantes ilegales cuidados de salud ilimitados. ¿Que tal si cuidamos a los estadunidenses primero? Ese es el fin de esta carrera”.

Interrogados sobre a quiénes deportarían y a quiénes no, los precandidatos coincidieron en que no separarían familias.

A pesar de ser criticado por la deportaciones durante la administración de Barack Obama, Biden dijo que no deberíamos encarcelar personas sino cambiar las circunstancias por las que huyen. Deberíamos tener la capacidad de absorberlos y mantenerlos seguros hasta que puedan ser escuchados, afirmó en referencia al proceso de asilo.

Pete Buttigieg, el alcalde gay de South Bend, Indiana, se dijo favorable a ofrecer cobertura médica a todas las personas, incluso a los 11 millones de indocumentados.

La senadora Kamala Harris indicó que lo primero que haría sería otorgar a los dreamers (jóvenes indocumentados traídos cuando que eran niños al país) un estatus legal y eliminar los centros de detención para migrantes.

Biden concordó en que es indignante que los niños retenidos carezcan de pasta de dientes, jabón y un cambio de ropa limpia en los refugios. Esto es un problema hemisférico, subrayó Sanders al coincidir con Biden en la perspectiva de abordar el problema de la crisis migratoria en los países donde se origina el éxodo.

Horas antes, afuera de un centro de detención de menores migrantes en Homestead, Florida, Sanders afirmó: “No deberíamos encarcelar a niños que han cometido el ‘crimen’ de caminar mil o más kilómetros para tratar de salvar sus vidas y tener una oportunidad de libertad y dignidad”.

En otro tuit, escribió: Le digo a Trump basta de demonizar inmigrantes, alto a aterrorizar niños al forzarlos a vivir con el miedo de perder a sus padres. Esto es America y no debemos separar familias.

Elizabeth Warren, marcó el tono de la entrega del miércoles de estos debates, presentados en dos partes por la inusitada cantidad de interesados en llegar a la Casa Blanca en los próximos comicios.

El alcalde de Nueva York y pre candidato demócrata Bill de Blasio proclamó ayer en español: hasta la victoria siempre, un lema asociado a la revolución de Cuba durante un acto político en Miami, lo que fue seguido de una lluvia de críticas en una ciudad que tiene gran influencia de exiliados anticastristas. Después se disculpó en Twitter, y dijo que desconocía la historia y significado de la frase.

A su vez, el Congreso aprobó ayer 4 mil 600 millones de dólares para atender a los migrantes en la frontera con México y resta que la normativa sea promulgada por Trump.

La cámara baja, dominada por la oposición demócrata, aprobó por 305 votos contra 102 la ley que fue votada en el Senado el miércoles, de mayoría republicana.

El dinero de emergencia dará una inyección financiera a las instalaciones a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, en medio de una creciente crisis por las condiciones en que se alojan a los niños, algunas veces sin jabón, pasta de dientes o duchas, con poca supervisión de adultos y comida insuficiente.

La necesidad de financiamiento cobró urgencia la semana pasada cuando abogados de derechos humanos denunciaron las miserables condiciones de una instalación en Clint, Texas, que tiene más de 100 menores bajo custodia pero que hace mes y medio llegó a albergar a unos 700 niños cuando su capacidad original es para sólo 106 personas.

Por otra parte, el director de la Oficina de Migración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), Mark Morgan, fue nombrado para encabezar la CBP, informó en un comunicado el secretario provisorio de Seguridad Interior, Kevin McAleenan.