Washington. El Senado de Estados Unidos y su mayoría republicana aprobaron ayer una propuesta bipartidista de 4 mil 600 millones de dólares para entregar ayuda a la frontera con México antes de que el gobierno federal se quede sin fondos para el cuidado de miles de familias migrantes y niños no acompañados.

Horas más tarde, en referencia a los fondos aprobados, el presidente Donald Trump reiteró: Debemos poner fin a incentivos para quienes contrabandean niños, trafican mujeres y venden drogas.

Para ser promulgado por Trump, el proyecto deberá ser conciliado con el aprobado el martes por la Cámara de Representantes que fue rechazado por el Senado, ya que señalaba reglas sobre cómo gastar los recursos.

La iniciativa de la cámara alta incluye 2.88 mil millones para la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, la agencia responsable de cuidar a los niños migrantes, que corre el riesgo de quedarse sin dinero en los próximos días, reportó el diario local The Washington Post.

Algunos miembros del caucus latino del Congreso se oponen al proyecto de ley del Senado con el argumento de que se da demasiado margen para gastar el dinero en propósitos que no benefician a los migrantes.

El dictamen aprobado antenoche por la Cámara de Representantes incluye condiciones más estrictas en las instalaciones que albergan migrantes y excluye el dinero para el Departamento de Defensa y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, que se encuentra en la propuesta del Senado.

El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, aseveró que la propuesta aprobada en la Cámara de Representantes no va a ninguna parte, (está) llena de cosas que el presidente ha dicho que va a vetar, dijo McConnell.

Estamos asegurándonos de que los niños tengan comida, ropa, artículos sanitarios, albergue y atención médica. Estamos proveyendo acceso a asistencia legal. Estamos protegiendo a las familias porque las familias deben estar juntas, aseveró Pelosi en un discurso subsiguiente en la cámara.

Por otra parte, Trump aseguró que Estados Unidos y Guatemala están cerca de alcanzar un compromiso para designar a la nación centroamericana como tercer país seguro como parte de los esfuerzos por detener el flujo de migrantes hacia suelo estadunidense. Trump, quien habló en una reunión de grupos religiosos en Washington, indicó la semana pasada que las partes estaban cerca de un acuerdo, pero el ministerio del Interior de Guatemala sostuvo que aún no se ha accedido a un compromiso. Si ésta acepta el acuerdo, estaría obligada a procesar las solicitudes de asilo de quienes ingresen a su territorio por primera vez en dirección a otro país, lo que podría aplicarse a hondureños o salvadoreños que pasen por Guatemala en camino a Estados Unidos.

En Boston, empleados de la tienda en línea de muebles para el hogar Wayfair realizaron ayer un paro laboral en protesta por la decisión de la empresa de vender 200 mil dólares en mercancía a un contratista del gobierno que opera un centro de detención para niños migrantes en Texas.

La protesta desató rechazo contra la compañía y algunos clientes hicieron llamados de boicot. Varios cientos de personas se sumaron a la movilización en una plaza cerca de la sede de la firma, mezclándose con los trabajadores.

Más de 500 empleados de la empresa firmaron una carta de protesta y la enviaron a ejecutivos cuando se enteraron del contrato. Wayfair se rehusó a cancelar el contrato e informó a los trabajadores que donaría 100 mil dólares a la Cruz Roja.

Los precandidatos demócratas a la presidencia Elizabeth Warren y Bernie Sanders manifestaron su apoyo a los trabajadores de Wayfair, al igual que la representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez.