El sector privado ratificó su compromiso de elevar la inversión en México hasta el equivalente de un 20 por ciento del producto interno bruto (PIB), pero advirtió que el gobierno federal debe generar incentivos y un ambiente de confianza y estabilidad económica.

Al mismo tiempo, criticó que la inversión pública siga a la baja y se prevea que este año será de sólo 2.7 por ciento del PIB, contra el 2.8 en que cerró en el sexenio pasado y el pico de 6 por ciento que alcanzó en 2009, todo debido a que la mayor parte del presupuesto del gobierno federal se destina a gasto social, lo que inevitablemente, advirtió, inhibirá el crecimiento económico.

Por conducto del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) pidió que las autoridades reduzcan la inseguridad y la regulación excesiva, pongan atención en reglas y mensajes claros ante los empresarios que generen confianza y estabilidad para invertir y eviten cambios de mensajes que generan confusión e inhiben la inversión, en referencia a la cancelación de la licitación de hidrocarburos en octubre anunciada el mismo día que se firmó el Acuerdo para Promover la Inversión y el Desarrollo Incluyente.

Destacó que es importante la participación de empresas privadas en el sector energético, tanto en la generación eléctrica como en la exploración y explotación de hidrocarburos, lo que no significa restarle representatividad al sector público en esta importante actividad, además de otros sectores, como transporte y en infraestructura en salud, educación, agua y saneamiento.

Además, puntualizó que para evitar el desperdicio de recursos públicos los proyectos de infraestructura del gobierno deben contar con una evaluación costo-beneficio que demuestren su rentabilidad social.