César Oliveros Aparicio es el nuevo fiscal Especial de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro, en sustitución de Arturo Baca Rivero, quien dejó la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México cuando estaba a cargo de la investigación del caso Norberto Ronquillo.

Mientras, Tomás Romero Hernández llegó a la Fiscalía para la Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos, de donde fue removido José Carlos Villarruel, quien será reubicado, al igual que los directores de investigación criminal de las fiscalías desconcentradas y centrales, y de inteligencia.

Además, se esperan cambios en mandos de la Subprocuraduría de Averiguaciones Previas, encabezada por Margarita Vázquez, como parte de la estrategia de renovación del nuevo jefe general de la Policía de Investigación (PDI), Omar García Harfuch, quien se encargará de todas las labores de inteligencia.

De acuerdo con fuentes de la PGJ, también habrá cambios en la PDI, donde se espera la llegada del equipo del nuevo titular, quien renunció a la Agencia de Investigación Criminal federal y golpeó al narcotráfico, al lograr la detención de líderes de varias organizaciones delictivas.

Luis Felipe Valdez, director Antisecuestro, fue el primero en ser retirado de su cargo, y después se sumó el fiscal de la Fuerza Antisecuestro, Arturo Baca, y los directores de investigación criminal de las fiscalías desconcentradas y centrales, Claudia Gutiérrez y Luis Roberto Muñoz.

Van seis remociones

Asimismo, fueron separados Benjamín García López, de la Dirección de Inteligencia, y José Carlos Villarreal, de la Fiscalía de Servidores Públicos, con lo que suman seis las personas removidas en menos de una semana tras la llegada del nuevo encargado de la estrategia de seguridad y formación policial, dijeron.

Oliveros Aparicio fue fiscal de delitos de alto impacto en el estado de Tabasco; en tanto que Romero Hernández era hasta la semana pasada director ejecutivo de Administración de Bienes Asegurados.