El Instituto Nacional de Cancerología (Incan) recibe cada año a 80 personas con mieloma múltiple, el segundo cáncer sanguíneo más común, para el cual existen tratamientos que pueden dar a los afectados una sobrevida de 10 años en promedio. El problema es que por no estar incluida en la cobertura del Seguro Popular, la mayoría de los pacientes deben adquirir medicinas que no son baratas ni son las mejores, pero sí un poco más accesibles.

Esto significa para las familias erogar alrededor de 300 mil pesos sólo para el primer tratamiento y hospitalización, refirió Ramiro Espinoza, coordinador de la Clínica de Mieloma Múltiple del Incan. Después, quienes pueden continúan la terapia, que implica el desembolso de 100 mil pesos en promedio al mes, indicó el especialista.

Relató que en marzo de 2018 un grupo de hematólogos y organizaciones civiles presentaron al Consejo de Salubridad General (CSG) la solicitud, con todos los requisitos, para que el mieloma múltiple sea incluido en la lista de enfermedades que provocan gastos catastróficos.

Hasta ahora no han tenido ninguna respuesta del organismo y tampoco la Cuarta Transformación ha dado señales de que se cumplirán las promesas del presidente Andrés Manuel López Obrador de que primero los pobres y que habrá medicinas gratuitas para todos, expuso Paulina Rosales, directora de Unidos... Asociación Pro Trasplante de Médula Ósea.

Al año, 2 mil 500 nuevos casos

Señaló que al año se dan en el país 2 mil 500 nuevos casos de la enfermedad, es decir, seis diarios, en personas que tienen 58 años en promedio, lo que es de llamar la atención porque a escala global la neoplasia se presenta en individuos de 70 años.

En el Incan la mitad de los pacientes con mieloma múltiple tienen entre 40 y 60 años de edad, y hace seis meses llegó un joven de 17 años, comentó Espinoza, quien perteneció al grupo de hematólogos que recabó la información sobre la prevalencia de este cáncer para respaldar la solicitud ante el CSG.

Respecto de las medicinas disponibles, el experto indicó que hay una amplia gama de productos innovadores que atacan de diferente manera las células cancerosas. Hay evidencia de sus beneficios, sobre todo si se les administra como primera línea de tratamiento, pero las personas sin seguridad social no las pueden pagar, sostuvo.

Además, está el problema del retraso en el diagnóstico. Pasan alrededor de dos años antes de que los pacientes lleguen con los especialistas en oncología hematológica. Antes, por los daños que pueden presentarse, como anemia, fracturas de huesos y falla renal, son atendidos por especialistas de esas áreas sin lograr beneficio alguno. Para entonces, el cáncer ya ha avanzado tanto que se reducen las posibilidad de controlarlo.