Una de las evidencias más contundentes de la falta de estrategias para prevenir el crimen y de la impunidad
Miércoles 19 de junio de 2019, p. 12
La inhumación clandestina en México es un fenómeno que no se detiene, de acuerdo con los académicos Denise González Núñez y Jorge Ruiz Reyes, del Programa de Derechos Humanos (PDH) de la Universidad Iberoamericana (Uia).
Esta semana, el PDH Ibero presentará la nueva edición del informe Violencia y terror. Hallazgos sobre fosas clandestinas en México.
En ese contexto, los académicos adelantaron que hay estados en los que el número observado de entierros clandestinos los lleva a permanecer entre los primeros sitios de la lista de entidades en que este fenómeno aparece con mayor intensidad. Algunos que no nos habían entregado información, y que sí lo hicieron para este ejercicio, desplazaron a otros en la lista
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El fenómeno de la inhumación clandestina de personas es, de acuerdo con un documento difundido por el PDH Ibero, una de las evidencias más contundentes de la ausencia de estado de derecho y de la crisis de garantías fundamentales en México. Vinculado a ello, también es una de las evidencias más contundentes de la falta de estrategias de prevención del crimen, de la impunidad que prevalece y de la debilidad de los sistemas de procuración de justicia
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En junio de 2017, el PDH, junto con la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos, presentó la primera edición del informe Violencia y terror”, que concluyó que las fosas clandestinas no son un fenómeno aislado, sino en realidad constituyen un hecho recurrente y extendido en el país. De acuerdo con su metodología, sustentada en varios criterios de verificación, fuentes periodísticas daban cuenta de un total de 390 fosas clandestinas, de las cuales supuestamente se exhumaron mil 418 cuerpos y más 5 mil 786 restos de 23 entidades del país.
El nuevo informe, que se presentará mañana, incluirá un capítulo nuevo sobre las dificultades asociadas al acceso a la información pública sobre el tema.