Medicamentos: venció el plazo
l país corre el grave peligro de que a partir del mes próximo los hospitales públicos se queden sin medicamentos suficientes para atender a los pacientes. La razón no es la falta de éstos, sino la incapacidad de llevarlos a los lugares donde se necesitan.
El problema se originó al querer ahorrarse al menos 30 por ciento en la compra de medicamentos, pues se pensaba que había sobreprecio. Luego se acusó a los grandes distribuidores de realizar prácticas monopólicas, que generaban sobrecostos. Más adelante se pidió a los laboratorios que vendieran directamente sus productos al gobierno, y en la actual licitación se inscribieron 311 empresas para atender 3 mil 189 claves.
Como la mayoría de los laboratorios no cuenta con una red nacional de distribución, se les pidió entregar en nueve almacenes situados en el valle de México. En teoría el gobierno los distribuirá, pero estamos a 12 días de que los medicamentos deban estar en los distintos municipios del país y la licitación todavía no se define.
Ese proceso ha generado caos entre compradores y vendedores. Los laboratorios todavía no saben cómo y cuándo les pagarán, si es que ganan la licitación. Además, hay que considerar que el Issste y otros organismos públicos tienen grandes adeudos, lo que genera desconfianza.
La atención a la salud es un derecho de los mexicanos, pero para que se ejerza es necesario que toda la maquinaria funcione adecuadamente. Si se cuenta con el dinero para la compra de los medicamentos, hay que asegurar que estén disponibles en el mercado. Y si están, es necesario asegurar que se cuente con la infraestructura para entregarlos en hospitales y clínicas públicas del país.
La logística para asegurar ese proceso requiere almacenes de 250 mil metros cuadrados, distribuidos en las distintas regiones, y de más de mil unidades de transporte eficiente, seguro y en parte refrigerado para conservar y entregarlos adecuadamente.
Por desgracia, las instituciones públicas no cuentan con esa infraestructura, personal ni tecnología y conocimiento adecuados para llevar a cabo la distribución de medicamentos, por lo que el gobierno necesita contratar los servicios de las distribuidoras especializadas para enfrentar ese gran reto.