Pese a los avances en las negociaciones con el gobierno federal, el magisterio disidente optó por no confiarse al considerar que la administración de Andrés Manuel López Obrador es de corte neoliberal y pretende desmantelar a las organizaciones sociales.

Durante su asamblea nacional representativa –que concluyó la noche del sábado– la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) alcanzó algunos acuerdos preliminares, varios aún se someterán a debate, entre los que destacan el seguir en las mesas de negociación con la administración federal, exigir la desaparición de la Unidad de Medida y Actualización y la homologación de salarios y la basificación en plazas.

Informaron además, que este lunes iniciará la reinstalación en la Ciudad de México de los profesores cesados a raíz de las movilizaciones y protestas de la CNTE contra la reforma educativa impulsada en el sexenio pasado.

Otro de los puntos preliminares del acuerdo es que las negociaciones con el gobierno federal han tenido resultados concretos favorables para la CNTE, por lo que se elaborará un documento de avances y logros que se darán a conocer entre la base del magisterio disidente.

De acuerdo con la CNTE, el gobierno de López Obrador emplea una táctica para desmantelar a las organizaciones sociales, por lo que los profesores convocarán a una verdadera articulación de estos grupos y a un foro en breve en el que se analicen los riesgos.

Uno más de los consensos preliminares de la CNTE es que se preparará una movilización nacional contra el régimen de excepción de la reforma educativa y otras consecuencias que afectan los derechos de los trabajadores, por lo que ratificaron su exigencia de que esa reforma sea abrogada definitivamente.

Uno de los puntos a discusión y que tendrá que seguir siendo analizado por los representantes del magisterio disidente es que se genere una ruta en el corto plazo para definir la pertinencia de que la CNTE participe e incida en la elaboración de las leyes secundarias de la reforma educativa.