Los terrenos en el ex lago de Texcoco, donde comenzó a construirse el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), siguen en posesión de Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México. Éste deberá definir si en el actual periodo de lluvias continúa el bombeo del agua en los terrenos donde hay obras, ya que de suspenderse éste, el sitio se inundará.

Como parte del parque ecológico de Texcoco, hasta ahora sólo se han presentado para consulta en Compranet las bases de licitación de obras que corresponden al lago Nabor Carrillo, que se encuentra frente al predio donde se construiría el aeropuerto, de acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Con el proyecto del nuevo aeropuerto en el ex lago de Texcoco se hicieron obras hidráulicas para captar el agua de los ríos del oriente, que descargaban en las lagunas de regulación Xalapango y Texcoco Norte, ubicadas dentro de los terrenos del plan del nuevo aeropuerto y que dejaron de utilizarse desde 2016. Además, la condicionante 20 de la autorización de la manifestación de impacto ambiental de la obra aeroportuaria señala que en caso de cancelación de las obras, el sitio debe volver a sus condiciones originales.

Desde 2010, el arquitecto Iñaki Echeverría ideó el parque ecológico de Texcoco, pero el proyecto del aeropuerto en esa zona lo canceló. Desde el inicio de la actual administración, una vez suspendida la obra, fue designado en la Conagua para recuperar el sitio e impulsar ese viejo plan.

El complejo que se planteó hace casi una década considera agroecosistemas, zonas ecorrecreativas y deportivas y un pabellón de información, entre otras obras. Se convertiría en el parque urbano más grande del mundo, con alrededor de 14 mil hectáreas de espacios públicos, según datos del plan original.

Ahora también se propone un Museo del Lago suspendido sobre el Nabor Carrillo y se prevén áreas para realizar actividades de canotaje, deportes de vela, ciclismo de montaña, excursiones y observación de flora y fauna.