La organización no gubernamental Human Rights First (HRF) advierte que los protocolos de protección a indocumentados, como el programa Quédate en México, en realidad son de persecución migrante, pues docenas de familias solicitantes de asilo se han visto afectadas por ellos.

En un texto publicado por la organización, con sede en Estados Unidos, las especialistas Alyssa Isidoridy, Kennji Kizuka y Victoria Rossi relatan la historia de Blanca y Laura, una pareja que huyó de la violencia por homofobia en Guatemala para pedir refugio en Estados Unidos. Cuando dijeron a la Patrulla Fronteriza que eran pareja los oficiales nos dijeron que si no estábamos casadas no podríamos permanecer juntas, contó Blanca a HRF.

A Laura y su hijo los liberaron, pero Blanca fue expulsada a Ciudad Juárez, México, donde debe esperar una audiencia inicial de la corte de inmigración, en julio.

El viernes pasado, después de las amenazas del presidente Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones mexicanas, el gobierno de México aceptó expandir los protocolos de protección al migrante, “la política que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) ha utilizado para expulsar a más de 10 mil solicitantes de asilo guatemaltecos, hondureños y salvadoreños desde finales de enero.

Allí deben esperar; a menudo en grave peligro y aislados de los abogados que podrían ayudarlos a solicitar y recibir asilo, destaca esta organización.

En paralelo, durante un foro en el Instituto México del Centro Woodrow Wilson, Gustavo Mohar, director de Grupo Atalaya y ex subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, declaró: “estamos a punto de comenzar a tener una nueva realidad de migración regional entre Estados Unidos, México y América Central.

Espero que evolucione en un punto de vista de responsabilidad más competitivo y compartido que lo que ha sido hoy: una demanda muy agresiva y unilateral del gobierno de Trump que obliga a México a realizar un cambio fundamental en la frontera sur para detener, disuadir o disminuir drásticamente el flujo de centroamericanos indocumentados, dijo.