Aproximadamente 60 por ciento de los sindicatos del país tienen liderazgos eternos, donde sus dirigentes se han mantenido por periodos de más de dos décadas, estimó el Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas).

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) tiene registrados a poco más de 3 mil 300 sindicatos, de los cuales, cerca de 2 mil se encuentran en esta situación, de acuerdo con el estimado del Cilas.

El coordinador general del centro, Héctor de la Cueva, destacó que la mayoría de los gremios que incurren en dicha práctica son los llamados de protección, pero también los de las viejas estructuras.

En algunos de sus procesos los dirigente se han perpetuado, lo que en algunos casos no puede llamarse imposición, pero sí, cuando duran tanto tiempo, quiere decir que hay un problema en esa organización, donde la vida democrática no es del todo plena, explicó.

La lista de dirigentes sindicales que publica la STPS en su sitio web contiene registros de liderazgos con vigencia desde 2005 en varias decenas de agrupaciones. Sin embargo, hay casos como el del líder del gremio petrolero, Carlos Romero Deschamps, quien asumió la secretaría general en 1993. En 2017, tras su cuarta relección, aseguró mantenerse ahí hasta 2024, con lo que acumulará 31 años en este puesto.

Víctor Flores, del sindicato ferrocarrilero, es otro de los casos de dirigentes que acumulan más de 20 años. Asumió la secretaría general en 1995; tras su última relección –el año pasado– alcanzará 29 años al frente del gremio.

De la Cueva subrayó que no sólo hay dirigentes eternos, sino que incluso hay quienes son dueños de los mismos sindicatos, en ocasiones heredados por su propia familia.

Esta situación, dijo, prevalece casi en todos, desde “los charros, los de protección o los reales”.

También hay quienes son secretarios generales de varios sindicatos de ramas diferentes, lo que es algo inconcebible por ejemplo en la Organización Internacional del Trabajo. Lo que quiere decir ahí es que no hay una elección democrática.

Algunas agrupaciones van al otro extremo y cambian de dirigencia cada dos años, pero advirtió que eso tampoco permite que opere un sindicato de manera adecuada.

El coordinador general de Cilas apuntó que la reciente reforma laboral establece la prohibición para que los dirigentes se mantengan de manera permanente, pero advirtió que el problema no es sólo de normas, sino de no incurrir en simulación del cumplimiento de las leyes, lo que han hecho muchos sindicatos en el país.