Secta de esclavas sexuales
Una de las víctimas afirma que la tranquilizó el hecho de que un hijo de Carlos Salinas fuera del grupo
Miércoles 12 de junio de 2019, p. 14
Nueva York. El juicio contra Keith Raniere, fundador de Nxivm, la empresa de superación personal que encubría a un grupo de actividades sexuales para satisfacción de su creador, inició su sexta semana con los testimonios de las llamadas esclavas
.
Vanguardia, como se hacía llamar el líder de la firma surgida a finales de los años 90 del siglo pasado, se ha declarado inocente de los cargos de asociación ilícita, robo de identidad, extorsión, trabajo forzoso, lavado de dinero y fraude electrónico.
Otras cinco acusadas, entre ellas la heredera del grupo licorero Seagram’s, Clare Bronfman, y la actriz de Smalville Allison Mack se han declarado culpables a fin de alcanzar beneficios que atenúen sus posibles condenas.
La misma decisión han tomado Nancy Salzman, conocida como la prefecta
y cofundadora de Nxivm, así como su hija Lauren, quien fue la directa responsable de mantener enclaustrada por casi dos años a una joven mexicana.
En el total de 16 mil personas que se estima tomaron cursos de mejoramiento de las capacidades figuran mexicanos de sectores sociales acomodados, incluidos Emiliano Salinas, hijo del ex presidente Carlos Salinas, y Ana Cristina Fox, hija del también ex presidente Vicente Fox. Esta última señaló que en 2003 acudió a un curso de 10 días del denominado Executive Success Program en la capital mexicana, tras el cual jamás retomó contacto con Nxivm.
También ha sido citado el nombre de Rosa Laura Junco, hija de Alejandro Junco, fundador del Grupo Reforma, influyente grupo de medios mexicano, quien adquirió una casa en un suburbio de Alabany, en el estado de Nueva York, usado como residencia exclusiva de mujeres del grupo. Salinas formaba parte del consejo copropietario de la representación en México de Nxivm, pero señaló que tras enterarse de las actividades ilegales del DOS, como se llamaba al grupo sexual, se deslindó de la empresa.
En la corte del distrito este de Brooklyn, donde se realiza el juicio, ha quedado de manifiesto en los más recientes testimonios que Salinas trató de explicar que la idolatría por Vanguardia de los asistentes a los cursos era porque necesitaban creer en algo más.
Nicole, nombre de la testigo protegida que habló sobre el hijo del ex mandatario mexicano, cerró la quinta semana del juicio; en su testimonio agregó que dado el estatus social de Salinas, quien ha sido citado, pero no encausado, se tranquilizó sobre Raniere.
Nicole, cuyo testimonio dio inició la víspera, también reveló que junto con otras afiliadas firmó documentos en que quitaba responsabilidad a la empresa, a lo cual fue inducida por Mack, a quien conocía porque también era actriz y deseaba mejorar su carrera, al momento poco exitosa.
Describió que en total tuvo alrededor de tres a cuatro encuentros sexuales con Raniere, los cuales iniciaron en un lugar indeterminado, adonde fue llevada vendada de los ojos y en el cual se le practicó sexo oral, al parecer por una tercera persona que se encontraba en el lugar. El sexo oral era una práctica preferida por Vanguardia, dijo la testigo.
En este juicio ha adquirido notoriedad el testimonio de Daniela –a fines del pasado mayo–, una de tres hermanas mexicanas que había sido aceptada en una selecta institución educativa de Suiza, pero por decisión paterna tomó un curso en Nxivm.
Ya ahí fue cooptada para el grupo sexual de Vanguardia, quien la mandó encerrar por meses bajo el cuidado de Lauren Salzman, al parecer porque se sintió atraída por otro hombre.