Londres. El australiano John Shipton, padre de Julian Assange, fundador de Wikileaks, y el artista chino Ai Weiwei llegaron ayer a la cárcel londinense de Belmarsh, a visitar al activista, quien se encuentra en dicho penal.

El artista asiático mencionó en un tuit que estuvieron con el prisionero en el hospital de la cárcel y subrayó que la salud de Assange se deteriora rápidamente.

Kristinn Hrafnsson, editor jefe de Wikileaks, señaló que la estancia de siete años en la embajada de Ecuador sin asistencia médica afectó su salud. En la cárcel lo examinaron un siquiatra y un terapeuta.

El editor llamó a la comunidad internacional a apoyar a Assange para defender no sólo al periodista, sino también la libertad de prensa en general.

Entre 2010 y 2011 Assange entregó cientos de miles de cables diplomáticos filtrados desde el gobierno de Estados Unidos a medios independientes del mundo, entre ellos La Jornada. Cuando Suecia giró una orden de aprehensión en su contra por delitos sexuales, el activista se refugió en la embajada de Ecuador en Londres seguro de que Washington pediría su extradición. El 11 de abril el gobierno del presidente Lenín Moreno le suspendió el asilo y lo entregó a Scotland Yard.

El equipo legal de Assange confía en que la justicia británica rechazará extraditar a su cliente a Estados Unidos, explicó el abogado belga Christophe Marchand. Al equipo internacional de juristas nos parece que el caso es tan claro que esperamos no llegue siquiera al Tribunal Supremo del Reino Unido, señaló.

Marchand dice confiar en la justicia británica pese a la condena de 50 semanas en prisión dictada por un tribunal londinense de primera instancia por infringir su libertad condicional en 2012.

Personalmente tengo mucha fe en que el sistema judicial inglés va a resistir; los jueces son muy independientes y espero que pararán la extradición, afirmó.