Con imposiciones cupulares no se podrá contener la indignación de miles de militantes, advierte el aspirante José Ramón Martel
Domingo 9 de junio de 2019, p. 13
En la víspera de que se emita la convocatoria para el elegir al nuevo dirigente nacional del PRI, militantes advierten acerca de los riesgos de llevar de manera apresurada “y con simulación“ el proceso de renovación de la dirigencia del partido.
No podrán, con imposiciones cupulares, contener la indignación de miles de militantes. Esta es la última oportunidad para continuar por la ruta de la unidad
, advirtió José Ramón Martel, uno de los aspirantes a encabezar el tricolor.
En una reunión de los seis posibles candidatos con la presidenta Claudia Ruiz Massieu, realizada el viernes, cuatro de ellos lamentaron el encuentro de gobernadores priístas en Toluca, estado de México, en el que éstos habrían cerrado filas en favor de Alejandro Moreno, gobernador de Campeche y también aspirante.
Junto a estos intentos se divulga la acción de los gobernadores emanados de nuestro partido, en el desarrollo de un ejercicio previo al inicio del proceso interno, que ha sido muy desafortunada, (porque) más que construir ha puesto en riesgo la unidad y cohesión del PRI
, añadió.
El encuentro representa una falta de respeto a los acuerdos del Comité Ejecutivo Nacional y una flagrante violación al código de ética partidista, pues sin convocatoria ni reglas, y sin candidatos, ya dan muestra de simpatía (por uno de ellos)
, advirtió Martel.
Ante la inminente aprobación de la convocatoria, integrantes de grupos del tricolor manifiestan su preocupación por el corto tiempo que hay para organizar una elección con un padrón de 6.5 millones de militantes (el aprobado por el Instituto Nacional Electoral en enero pasado) que supondría la impresión de igual número de boletas.
La jornada electoral del PRI será el domingo 11 de agosto, según los primeros acuerdos emanados de la citada reunión de Ruiz Massieu con los aspirantes.
Los 11 integrantes de la Comisión Nacional de Procesos Internos tendrán apenas dos meses para elegir funcionarios de casilla y alistar la logística para 6 mil 500 mesas receptoras de voto en todo el país.
Los candidatos tendrán una bolsa de 4 millones de pesos cada uno para mes y medio de campaña.