El presidente Andrés Manuel López Obrador envió ayer una iniciativa a la Comisión Permanente para reformar la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos.

El propósito es que los militares que sean asignados como profesores e instructores de educación castrense o estén en cursos de especialización, de servicio o en otras actividades propias de su especialidad, no pierdan la posibilidad de obtener un grado superior.

En la exposición de motivos, el Ejecutivo federal resalta que la ley obliga actualmente a mayores, capitanes y tenientes de la clase de arma y de servicios a prestar dos o tres años de trabajo para poder acceder a un ascenso, y el tiempo que pasan fuera de la actividad propiamente militar no les es tomado en cuenta para los concursos de promoción.

En el mismo caso se encuentran incluso los miembros del Ejército y la Fuerza Aérea que son enviados a misiones de paz de la ONU, quienes incluso han acudido a organismos nacionales de derechos humanos.

En la actualidad, quienes están en esa situación se ven obligados a cambiar de adscripción para poder lograr el ascenso, lo que ocasiona que la Secretaría de la Defensa Nacional desaproveche conocimientos, experiencia, adiestramiento especial, capacidades y nivel académico, además de invertir recursos económicos, humanos y materiales para colocar a dichos militares en una situación que les permita cumplir con el tiempo de servicios en el grado, para su participación en concursos de promoción.

Para evitar que se sigan presentando estas situaciones, es necesario establecer que el tiempo que el personal castrense se desempeñe en actividades de docencia, cursos de especialización o en otras actividades propias de su especialidad les contará como antigüedad para ascensos, insiste el Ejecutivo.

La Permanente dio entrada a la iniciativa y la remitió al Senado.