Londres. Antes de iniciar su primera visita de Estado al Reino Unido, el presidente estadunidense, Donald Trump, lanzó un grosero ataque al alcalde de Londres, Sadiq Khan, a quien calificó de perdedor; se pronunció por un Brexit sin acuerdo, y fue recibido con todos los honores por la reina Isabel II, en una polémica gira que durará tres días.

La visita comenzó por la mañana con controversia, ya que antes de aterrizar el mandatario escribió un incendiario tuit contra Khan, primer alcalde musulmán de Londres, quien el domingo comparó el lenguaje del magnate con el de los fascistas del siglo XX y criticó que Reino Unido despliegue la alfombra roja a uno de los ejemplos más notorios de una creciente amenaza global desde la extrema derecha hasta la democracia liberal.

“ @SadiqKhan, quien por todas las cuentas ha hecho un trabajo terrible como alcalde de Londres, ha sido tontamente ‘desagradable’ con el presidente de Estados Unidos que está de visita, el aliado más importante del Reino Unido”, tuiteó Trump, refiriéndose a él mismo en tercera persona. Es un perdedor que debería concentrarse en el crimen en Londres, no en mí.

Agregó que Khan le recordó al tonto e incompetente alcalde de Nueva York (su ciudad natal), Bill de Blasio, aunque sólo es de la mitad de su estatura. De Blasio es precandidato demócrata en la carrera presidencial de 2020.

Congregados en las afueras del Palacio de Buckingham, varios cientos de personas rechazaron la visita de Trump, mientras partidarios de Khan lo acusaron de racista.

Por si fuera poco, el domingo el mandatario también calificó de desagradable (nasty) a la ex actriz estadunidense Meghan Markle, esposa del príncipe Harry, por hablar mal de él cuando era aspirante a la Casa Blanca. Además, en una entrevista llegó a recomendar que Londres salga de la Unión Europea sin un acuerdo y sostuvo que Boris Johnson sería un buen primer ministro británico.

Tras aterrizar, Trump y su esposa, Melania, quien llevaba un traje claro de Dolce y Gabbana, que los medios interpretaron como un guiño a los atuendos usados por la fallecida Diana de Gales, fueron recibidos en el Palacio de Buckingham por la reina, de 93 años, quien por la noche ofreció un banquete en su honor durante el cual el príncipe Harry evitó cruzarse con el mandatario estadunidense y en el que cuatro de los cinco hijos de Trump se codearon con 170 invitados de alto nivel.

La reina y toda la familia real estuvieron fantásticos, tuiteó Trump; también afirmó no haber visto ninguna manifestación de protesta en su contra e insistió en que la relación entre los dos países es muy sólida.

Junto al príncipe Carlos y su esposa, Camila, la pareja presidencial escuchó a la banda real tocar los himnos estadunidense y británico y Trump pasó la ceremonial revista a la guardia de honor. Otros miembros de la familia, incluida Ivanka, observaron desde el balcón del palacio acompañados del príncipe Felipe, esposo de la reina.

Tras un almuerzo privado, Trump y su esposa admiraron la colección de arte real antes de visitar la Abadía de Westminster, donde colocaron una ofrenda en la tumba del soldado desconocido.

La tarde terminó con un protocolario té en la residencia del príncipe Carlos, defensor de la ecología y la lucha contra el cambio climático, algo que Trump niega que exista.

Esta es la primera visita de Estado de Trump a Reino Unido, tras un intento frustrado en julio pasado que acabó transformándose en una simple visita de trabajo debido a las masivas protestas de los londinenses. También en esta ocasión se han convocado grandes manifestaciones contra su presencia, en particular este martes, cuando se reunirá con la primera ministra Theresa May.

Los organizadores esperan repetir hoy la convocatoria del año pasado que congregó a 250 mil personas en Londres y 150 mil en varias ciudades británicas.

Tras toda la pompa persiste la incomodidad en un país cuya primera ministra debe dejar oficialmente el cargo el próximo viernes, derrotada por su incapacidad para llevar a cabo la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), que se decidió por referendo en 2016 y que fue aplazado dos veces, la última hasta el 31 de octubre.

Antes de llegar a Londres, en entrevistas con la prensa británica, Trump recomendó a quien resulte sucesor de May abandonar la UE bruscamente, sin un acuerdo de por medio, y se inclinó en favor del ex canciller Boris Johnson para que sea el próximo gobernante de Reino Unido. También alabó al extremista Nigel Farage e incluso afirmó que podría reunirse con ambos políticos, con quienes dijo tener muy buenas relaciones.

Es una injerencia inaceptable en nuestra democracia, fustigó el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, quien con otros opositores boicoteó el banquete oficial, al igual que el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow.

Corbyn también lanzó una invitación a participar en la protesta de este martes contra la visita de Estado de Donald Trump, en una oportunidad para solidarizarse con todos aquellos en Estados Unidos, el mundo y en nuestro país, a quienes ha atacado, incluido Sadiq Khan, a quien insultó esta mañana, informó el diario británico The Guardian.

Al final de su primera jornada en Londres, Trump tuiteó en referencia a la UE y el Brexit: Un gran acuerdo de libre comercio será posible una vez que Reino Unido se haya liberado de sus cadenas.

La relación bilateral puede verse tensada por temas como el acuerdo nuclear con Irán, la lucha contra el cambio climático o la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que intenta convencer a Londres de que excluya al grupo tecnológico chino Huawei del desarrollo de su red 5G.

En otro tema, Trump nuevamente criticó la cobertura noticiosa de CNN y sugirió a los estadunidenses boicotear AT&T, propietaria de la cadena noticiosa, para forzar grandes cambios.