Puebla,Pue., Miguel Barbosa Huerta ganó ayer la elección extraordinaria para gobernador sustituto, en un proceso marcado por un abstencionismo de casi 70 por ciento y, al conocerse las tendencias, definió que su triunfo es legítimo y contundente y constituye un reconocimiento al gobierno innovador de Andrés Manuel López Obrador.

Mientras el PRI guardó silencio, el candidato del PAN, Enrique Cárdenas Sánchez, sostuvo que la elección está muy cerrada y anunció que esperará los resultados definitivos oficiales. Tenemos una distancia de apenas tres puntos, dijo en un mensaje de dos minutos ante simpatizantes, en contraste con los datos del conteo rápido y del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).

Al cierre de esta edición, y con 83.3 por ciento de las actas computadas en el PREP, Barbosa tenía 550 mil 147 votos, 43.55 por ciento; mientras que Cárdenas Sánchez 445 mil 125 sufragios, 35.31 por ciento. Esto es, la ventaja de Barbosa era de 8.24 puntos.

Y en tercer lugar, Alberto Jiménez Merino registraba 221 mil 915 votos, 17.56 por ciento.

Poco después de las ocho de la noche, dos horas antes de lo previsto, el consejo local del Instituto Nacional Electoral (INE) difundió el informe del consejo técnico asesor, obtenido de una muestra de 429 casillas y que representa una estimación estadística precisa.

La información prevé que Barbosa Huerta obtendría entre 42.6 y 45.4 por ciento de los votos; en segundo lugar, Enrique Cárdenas Sánchez, candidato común del PAN, PRD y MC, entre 33.3 y 36 por ciento de los sufragios. Mientras que el priísta Alberto Jiménez Merino, entre 16.7 y 19 por ciento.

La diferencia de Huerta respecto del ex rector de la Universidad de las Américas sería de entre 9.3 y 9.4 por ciento; mientras que respecto del PRI de 25.9 a 26.4 por ciento.

Joaquín Rubio, presidente del consejo, explicó que estas cifras no son definitivas, al igual que las del Programa de Resultados Electorales Preliminares, y que los resultados finales se tendrán con el cómputo estatal, que inicia el miércoles.

En el mismo reporte se confirmó el alto abstencionismo, pues sólo habrían acudido a votar entre 31.4 y 33.4 de los electores.

Poco después de las seis de la tarde, y acompañado de los dirigentes de Morena y del PVEM, Yeidckol Polevnsky y Carlos Puente Salas, respectivamente, así como de diputados federales de los partidos que lo postularon, Barbosa Huerta resaltó que, en contraste con la elección del año pasado, la de ayer fue absolutamente impecable.

Se trató de una jornada ejemplar, pacífica, con las incidencias normales de cualquier día de elección, pero en general fue absolutamente impecable.

Informó que buscará a Cárdenas Sánchez y Jiménez Merino, en un ánimo de lograr la reconciliación que ofreció en campaña.

Barbosa, quien por la noche convocó a una celebración en el Zócalo de la capital poblana, dedicó su triunfo al Presidente y anticipó que en Puebla también se aplicará la política del gobierno federal.

Judicializar el proceso

Vamos a establecer la Cuarta Transformación en Puebla, con los principios de un gobierno austero, honrado, transparente, eficaz, eficiente, que combata la corrupción, la pobreza y busque la igualdad. Este triunfo se lo dedico al Presidente.

En una entrevista previa sostuvo que, a partir de su gobierno, habrá un cambio en la práctica política poblana. Lo que viene será la normalidad política, democrática y social, no por la voluntad graciosa de un hombre o de un grupo de hombres, sino por la solidez de las instituciones de Puebla, sostuvo.

Resaltó que fue una jornada distinta a la de 2018, cuando se dieron actos de violencia. Hace un año las condiciones eran otras, las fuerzas del orden tenían propósitos diferentes que las de ahora, indicó.

Según los datos preliminares, Morena y sus aliados habrían sufrido una caída de votos en la capital, Barbosa señaló que la evaluación de ese fenómeno corresponde a los partidos. Yo me voy de la vida partidaria; nos vemos, sostuvo.

A lo largo de la elección, PRI y PAN presentaron acusaciones sobre presuntas irregularidades, como acarreo en la capital, falta de papelería en casillas y el uso de programas sociales.

El PRI incluso amenazó con judicializar el proceso.