Lunes 3 de junio de 2019, p. 22
Jerusalén. Decenas de miles de israelíes marcharon ayer en Jerusalén enarbolando banderas para conmemorar la toma del lado este de la ciudad en la guerra de 1967.
La marcha, en la que participó un gran contingente de nacionalistas religiosos judíos, se realizó bajo fuerte custodia, ya que su recorrido incluyó el barrio musulmán de la Ciudad Vieja de Jerusalén, lo que fue visto como una provocación por los palestinos.
Unos 3 mil policías fueron desplegados, indicó el portavoz policial Micky Rosenfeld.
Vinimos a celebrar este día
, explicó Rina Ben Shimol, quien participó junto con su esposo y tres hijos pequeños. Esto es sionismo y sirve para fortalecer el vínculo con nuestros orígenes y con el país
, añadió la mujer, quien se desplazó desde Kfar Tavor, en el norte de Israel.
Por la mañana hubo enfrentamientos entre palestinos y la policía en cercanías de la mezquita de Al Aqsa, también en la Ciudad Vieja.
Los manifestantes se quejaron por el ingreso de judíos en los días finales del Ramadán, el mes sagrado de ayuno musulmán.
La Explanada de las Mezquitas, considerado lugar sagrado tanto por el islam como por los los judíos, se encuentra en Jerusalén Este, la parte palestina de la ciudad, la cual fue ocupada desde 1967 por Israel y luego anexada, medida que no ha sido reconocida por la comunidad internacional.
Los fieles palestinos se encerraron en la mezquita de Al Aqsa, desde donde lanzaron piedras y sillas contra las fuerzas de seguridad israelí, antes de ser dispersados, informó la policía de Israel en un comunicado.
Omar Kiswani, responsable de la mezquita, acusó a Israel de violar un acuerdo para no permitir tales visitas durante los últimos 10 días del Ramadán. Añadió que 45 personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad, mientras siete fueron detenidas.
Los judíos están autorizados a acudir al lugar santo en horas precisas, pero no pueden orar, para evitar tensiones. Las fuerzas israelíes controlan todos sus accesos e ingresan a la explanada en caso de disturbios.
En tanto, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, destituyó a sus ministros de Justicia, Ayelet Shaked, y de Educación, Naftali Bennett, días después de que el Parlamento convocó a elecciones anticipadas, confirmó una fuente oficial que pidió no ser identificada.
La semana pasada la Knéset (Parlamento) votó para realizar elecciones anticipadas debido a que Netanyahu no pudo formar una coalición viable.
Shaked y Bennett no han divulgado si se postularán a las elecciones pautadas para septiembre. Su partido Nueva Derecha no consiguió votos para tener presencia parlamentaria en los comicios de abril, pero siguieron en el gobierno interino.