Con una asistencia que en su momento más concurrido alcanzó 22 personas, el Ensamble de Alientos de la Orquesta Escuela Carlos Chávez (Oecch) ofreció este domingo un concierto en el Complejo Cultural Los Pinos.

Obras de Haydn, Tchaikovsky, Guilmat y Borodin conformaron el programa interpretado por los 17 noveles integrantes del ensamble, bajo la dirección de James Ready, quien es maestro de la especialidad en el Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM).

Fue un concierto luminoso y cálido, en contraste con lo nublado y húmedo del día, en el que el vibrante y poderoso sonido de los instrumentos de aliento contagiaron de su animosidad al público que, dicho sea de paso, fue muy escaso para lo atractivo del programa y no haber tenido costo. Además, varios de los concurrentes son familiares o amigos de los ejecutantes.

Los organizadores dispusieron 70 asientos en el salón Adolfo López Mateos, de los cuales no se ocupó ni 30 por ciento. Acaso tiene que ver con la falta de difusión previa y que no hay personal ni algún otro medio o señalamiento que promocione estos espectáculos entre los miles de visitantes que asisten los fines de semana a este complejo cultural.

Entrega, frescura e ímpetu

El ensamble está integrado por alumnos de la Orquesta Escuela Carlos Chávez, del SNFM, y en su mayoría provienen del estado de México, aunque también los hay de Coahuila, San Luis Potosí, Puebla y Oaxaca. Su actuación fue pulcra y armoniosa, y las fallas técnicas que presentaron de vez en cuando quedaron subsanadas por su frescura, entrega e ímpetu.

El concierto abrió y cerró con las piezas de Tchaikovsky el Capricho italiano y la Obertura 1812, y en su tránsito se interpretaron el Concierto número 1 de Haydn; Morceau Symphonique, de Guilmat, y Danzas polovtsianas, de Borodin.