Luego de haber participado en las movilizaciones que exigieron castigo contra los policías de Navojoa, Sonora, que hace un año asesinaron al joven Genaro Arce Ruiz, la luchadora social Martha Solórzano Martínez comenzó a recibir nuevas amenazas y otros actos de intimidación en San Luis Río Colorado, donde tiene su domicilio, por lo que debió salir como desplazada hacia la Ciudad de México de manera temporal.

En enrevista con La Jornada, la activista recordó que la madrugada del 2 de mayo de 2018, Arce fue detenido mientras circulaba a bordo de su auto con un amigo. Tras filmar a los policías municipales que lo arrestaron, el joven de 29 años fue llevado a los separos, en los cuales fue encontrado sin vida unas horas después; hecho que las autoridades reportaron como un caso de suicidio.

A petición de la familia de la víctima, Solórzano acudió a Navojoa para participar en las movilizaciones de protesta mediante las que se logró la exhumación de Arce, a quien se le encontraron múltiples huellas de golpes y tortura. Tras un proceso legal de casi un año, el 20 de mayo de 2019 el juzgado de primera instancia de oralidad penal, con sede en Navojoa, sentenció a tres policías municipales a 43 años de prisión, acusados de homicidio, abuso de autoridad y tortura.

Fallo histórico

A raíz del fallo –considerado por Solórzano como histórico–, las amenazas contra la activista se incrementaron, en particular con una campaña de desprestigio en Facebook, llevada a cabo por 10 periodistas que en su momento fueron demandados por la luchadora social y presidente de la Asociación Esperanza contra la Desaparición Forzada y la Impunidad.

Solórzano decidió salir temporalmente de San Luis Río Colorado, donde se encuentra su domicilio, para evitar ser blanco de alguna agresión física, tomando en cuenta que sus detractores empezaron a aparecerse en el mercado callejero donde ella trabaja, el caso ha sido retomado por colectivos como la Oficina de Washington para América Latina, Amnistía Internacional y la Organización de las Naciones Unidas.